Almendralejo, Badajoz, abril de 2010. Víctor G.Pulido/Sebastián J. Fajardo.
Reproducimos, por su especial interés y vigencia, el artículo publicado por EL PERIODICO EXTREMADURA, en junio de dos mil ocho, en su sección "Artículo del Día".
Cultura y ocio, empresa y ciudadanía, infraestructuras y mantenimiento: ¿terapias de pareja?, ¿utopía o entropía? Quizá conflicto de derechos que nos impiden percibir las bases de un crecimiento económico objetivo, sostenible y local. No son pocas las voces que, desde hace tiempo, aseguran que la cultura del esparcimiento en Extremadura ha sufrido un serio retroceso en los últimos años debido a la aplicación de medidas legislativas de convivencia vecinal. Sin embargo, lo que se sostiene desde estas líneas es que no se puede hablar tanto de regresión cultural como sí de exclusión normativa de las manifestaciones lúdicas y culturales en las áreas residenciales de los municipios puesto que al legitimarse como protección, debilita su puesta en escena pero no su presencia. No obstante y a pesar de ello, lo que sí se constata en estos términos derivados de la legislación extremeña es la existencia de algunos desajustes o estrangulamientos en materia de desarrollo local, en donde, de forma simultánea y desde su aplicación, se han visto afectados colateralmente por estas medidas los sectores privados de la restauración, el alojamiento y el ocio. En este sentido, lo que no afecta tanto a la cultura desde la legislación regional (el esparcimiento y el arte siempre encuentran otros espacios de desarrollo que hacen propios), sí afecta a la actividad empresarial y al desarrollo institucional del soporte que le sirve de hilo conductor, al sector servicios, a su valor estético y su capacidad de atracción popular que representa para su medio urbano, el turismo y su comercio.
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Todo ello invita a reflexionar, a cuestionar si cabe, nuestro actual modelo integrado y normativo de convivencia en relación con el desarrollo local. La excepcionalidad cultural y turística de ciudades como Cáceres o Mérida urgen una auténtica reconversión sectorial del esparcimiento que, con ayuda de los poderes locales y regionales, y colaboración de los vecinales, sirva de acuerdo, estímulo, reclamo y refuerzo al sector turístico y sus sectores dependientes. Y donde bajo la suscripción de un nuevo contrato cívico, se apueste por la reintegración social y urbana de la cultura lúdica, así como de la especialización y profesionalización del sector del ocio, aún más si cabe, que le alimenta. Sólo desde esta aproximación pueden emerger estrategias de intervención, inversiones y proyectos que permitan el desarrollo urbano y productivo que sirva de base hacia el diseño consensuado de un plan de ordenación lúdica y cultural en sintonía con la convivencia social, la potenciación del sector servicios y las aspiraciones de internacionalidad. De cara al futuro inminente, la integración urbana programática y progresiva de procesos, productos y servicios de esparcimiento que refuercen la oferta monumental y de espacios naturales (parques geológicos, patrimonio arqueológico y reservas naturales) en ciudades patrimonio sin costa, es indisociable de una oferta de turismo sostenible, de calidad y diversificada que lo exige como complemento y que permita enriquecer aún más la puesta de calidad necesaria para poder hacer frente a la demanda que albergará la llegada de las nuevas redes de comunicación a nuestra región.
Aeropuerto Central "Don Quijote", de Ciudad Real, una de
las firmes apuestas de la localidad manchega por su desarrollo.
La necesidad de someter a ordenación y potenciar, mediante la promoción e inversiones, el sector lúdico y de esparcimiento auspiciando mejores ofertas de actividades múltiples y cruzadas es vital para la sostenibilidad del sector turístico y para la economía local de ciudades boutiques de turismo interior. La implantación de infraestructuras de comunicación de transportes, tanto aéreas como viales, a ciudades extremeñas dependientes en importante medida del sector turístico, no traerán implícitamente consigo el desarrollo económico local y del sector de servicios comerciales y de ocio en los límites estimados por el incremento de valor añadido que estas aportan, si la Administración no lleva a cabo un programa de ordenación o la iniciativa privada percibe barreras a su potencial desarrollo. Los medios viales no se deben interpretar como una relación causa-efecto que por su misma presencia dinamice el desarrollo de las economías locales en las que se detiene, sino como un agente de intervención que lo canaliza; lo que invita a invertir la lógica por la cual el imaginario social refuerza la creencia de que las comunicaciones viales atraen las inversiones y que éstas dependen exclusivamente de ellas. En la actual sociedad de la información, la organización y el diseño de los recursos del conocimiento, ya no se impone esta correspondencia y son los agentes sectoriales los que deben sintetizar de su medio natural y cultural, los modelos de previsión y organización que generen el necesario impulso para la consolidación profesional del sector turístico, puesto que son los elementos estáticos, polos de atracción, lo que tiran de los dinámicos, los viales. Es la singularidad de las ciudades patrimonios y su gestión objetiva y profesionalizada la que debe propiciar el desarrollo de los complejos medios de transportes que se avecinan y no a la inversa, puesto que ciudades que no sepan gestionar y sostener una oferta de actividades lúdicas y culturales integradas en su entorno no están sino abocadas a ser víctimas de su incapacidad de planificación que les permita integrar en las ciudades patrimonio las posibilidades de negocio de las nuevas infraestructuras viales.
*Sebastián J. Fajardo es hostelero y encargado en "Los Portales", en la Plaza Mayor de Cáceres.
*Víctor G. Pulido es miembro del departamento comercial en E.Leclerc Extremadura.
Badajoz ya dispone de casino de juego,
un valor añadido más al refuerzo de su oferta turística.
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