jueves, 17 de febrero de 2011

Desmontando a Esther (ii).

Las grandes cadenas de distribución son frecuentemente vinculadas a los orígenes de la globalización y a su capacidad de influir sobre la administración u otros sectores de la producción. La realidad las aleja de esta formulación errónea: el comercio es una variable dependiente, no influyente.


En Madrid, a lunes 14 de febrero de 2011. Víctor G. Pulido.





El grupo de origen capital francés “E. Leclerc”, aunque ciertamente desconocido en España y gran parte del resto del mundo, discurre entre el cuarto y quinto grupo de distribución generalista retail mundial, rivalizada la posición con "Auchan", enseña con la que comparte curiosamente algunas de sus inversiones (“Decathlon”, por citar la más popular). Pero el intenso ritmo que marcan sus rivales no desanima a “E. Leclerc” que, incluso, dispone de mayor acogida entre los franceses, posee mayor hectómetros cuadrados de sala, decámetros de lineal y número de tiendas en su mercado natural, Francia, que “Carrefour”, su competencia nativa. Y es que el grupo es poseedor de cerca de seiscientos cincuenta hipermercados, gran parte de ellos atomizados en el país galo, con casi una cifra global aproximada de trabajadores cercana a los cien mil. Fiel a su filosofía de comunidad de consumo, que despierta adeptos entre los consumidores, sus estaciones de servicio de repostaje, cerca de quinientas, forman parte del gran atractivo de sus puntos de ventas. Alienta la rumorología popular que el litro de combustible es tan competitivo en sus estaciones de repostaje que entre los rumores de pasillo de las oficinas de sus centros españoles se asegura que rompen con todo precio de equilibrio de combustible en nuestro país vecino. Estas figuraciones cabalgan incluso hasta los restaurantes, hospedajes de carreteras y áreas de descanso a lomos de comerciales de proveedores y distribuidores tras su visita a los diferentes responsables de compras del grupo en la península. Es en estos rincones donde entre los murmullos de camioneros, familias de paso y camareras se forja la leyenda financiera según la cual el Grupo Leclerc pueden prefijar el precio de litro de gasolina en Francia por debajo de lo establecido por las autoridades parisinas, arrastrando a todo el sector de las gasolineras a replicarle el precio. Pero no deja de ser nada más que eso, una leyenda de carretera. Porque ninguna enseña de distribución dispone del suficiente poder para marcar el precio mínimo de la gasolina o el diesel sin que tenga que pagar por ello un alto precio, no sólo económico, sino además institucional.



Estación de repostaje "E. Leclerc" en 1979.


 Sin embargo, parece ser que no todos piensan lo mismo. Existen algunas personas que, presas de una cosmovisión orwelliana de la relaciones humanas, se erigen como iconos no representativos del pensamiento crítico, meretrices de discursos en busca de conspiración, que creen que el poder de un conjunto de tiendas, pueda marcarle los pasos a un gobierno europeo, a un lobbie petrolero, e incluso a la coyuntura internacional. Así insiste, retomando su protagonismo del post anterior, Esther Vivas, en su manifiesto. Esto es así porque, según su criterio “…las principales compañías de venta al detalle han entrado a formar parte del ranking de las mayores multinacionales del planeta”. ¿Informada de lo que asevera?: yo más bien diría que no. Ninguna megacorporación, transnacional o multinacional, según guste decir, se sitúa entre las principales empresas mundiales de mayor tamaño o facturación. Ninguna, claro está, salvo “Wal-Mart” (quizá porque sea un holding conglomerado, y no una empresa de distribución al uso, que son cosas diferentes). Si echamos un vistazo a las diferenciadas clasificaciones actualizadas de la revista “Forbes” (en http://www.forbes.com/lists), en general, podríamos refrendar que predominan multinacionales relacionadas con la banca, las finanzas y el seguro, las energéticas así como las que tiene que ver con las telecomunicaciones y las tecnológicas. Ninguna de ellas vende cereales; ni destornilladores. Para aquellos a los que le he despertado la curiosidad, decir que entre las cien primeras sólo aparecen tres españolas: Grupo Santander, Telefónica Movistar y Banco BBVA, por este orden. Ni que decir tiene que, a raíz de lo expuesto, a los jefes de sección o gerentes, ni a sus directivos, se nos invita a abrir la sesión de la bolsa como reconocimiento a nuestro fervor por dominar el mundo y sus designios. Una pena, sin duda, para tan maquiavélico sector como es el nuestro.



¿Es invitada a participar la gran distribución
al Foro de Davos?. No existe constancia.


Pero no conforme con ello y persistiendo en la misma línea de asignación, en la de hacerle protagonista del nuevo orden mundial al grand retail, Vivas se despacha aduciendo, en su metástasis de la comunicación responsable, que “Las grandes operadores de distribución se han convertido en uno de los actores más significativos del proceso de globalización capitalista”, lo que deja traslucir su falta de perspectiva sobre la historia financiera contemporánea. Cualquier estudiante de primer ciclo universitario con unos mínimos conocimientos sobre economía política mundial es consciente que, desde la aparición de la figura financiera de los Euromercados en la Francia de los 60’s, los Estados, sus respectivos bancos centrales y las entidades financieras han sido en mayor o menor medida los exclusivos diseñadores así como actores dinamizadores de la globalización, capitalista o no, muy especialmente vinculados a ella a raíz de la emergencia financiera del efecto petrodólar. La grandes y medianas empresas de distribución no acaparan mayor protagonismo, ni implícito ni explícito, en el proceso de mundialización del cual no participan más que otras estructuras de su mismo orden y tamaño; esto es, no promueve una cultura de consumo occidental ni frecuenta los pasillos del “Foro de Davos”, tan sólo obedece a los procesos naturales propios de su actividad y naturaleza institucional. Por tanto, el sector retail no tiene poder de mundialización más allá de acertar con los gustos y preferencias de un mayor número de consumidores que, para mayor complejidad si cabe, se orienta y cada vez tiende a más como cliente a la diferenciación y customización de sus consumos, usos y costumbres. Por otra parte, el grand retail es íntimamente dependiente del mercado de materias primas (como hemos visto en los últimos meses con el cereal) y sensiblemente apegado del energético, tanto a nivel de costes internos de sostenibilidad comercial, como del impacto de su demanda final agregada. Si las grandes distribuidoras dispusieran de tanto poder de globalización, quizá pudieran controlar firmemente estos parámetros que tanto las constriñen y amenazan su estabilidad comercial. Pero, en contra de la tesis de Esther, no es el caso. La industria aeronaval y militar, los conglomerados automovilísticos, la logística internacional, los clúster tecnológicos, las grandes corporaciones financieras y los cárteles energéticos, de materias primas y metales preciosos quizá se jacten de las suposiciones que conducen a la señora Vivas a incluirnos en su ilustre club. En definitiva: las cadenas de distribución no le vamos diciendo a la Opep a cuánto nos viene bien vender el diesel y en qué momento. Es una falacia. O una parodia recreada de un número de Gila.



¿Son los árabes...?. Escuchen, por favor, que a ver si me puedieran rebajar el Brent para este fin de semana,.. sí, unos barrilitos, nada más,… Es que inauguro un hipermercado,... sí, sí, claro; y viene además un cuñado mío que es un poco del puño cerrado, a ver si ustedes pudieran... Bueno, bueno... con lo que sea ustedes me avisan pero,.. sí,... pero escuchen: que no sea a la hora del fútbol, que aquí somos un poco de siesta. Bueno, pues adios, póngame a los pies de su señora, adios, adios,...

martes, 15 de febrero de 2011

Desmontando a Esther (i).

Toda actividad productiva engendra sus propios enemigos institucionales, bien por falta de comunicación de sus actividades a la sociedad, bien por la desinformación tendenciosa que propagan sus detractores.


En Don Benito, a sábado 12 de febrero de 2011. Víctor G. Pulido.







A Stephen Hawking le recomendó su editor en una ocasión, previa a la publicación de su libro “Historia del Tiempo”, que no incluyera entre los párrafos de dicho compendio de divulgación científica ninguna fórmula matemática; y para hacérselo entender se lo explicó con la representación gráfica de una de ellas: a cada cual formulación que sumara entre línea y línea, el número de lectores y consecuentemente, de ventas, se dividiría por la mitad. Si el profesor de Cambridge finalmente, a pesar de esta advertencia, no hubiera incurrido en la fórmula gravitacional de Einstein en el capítulo de inicio (lo que demostró que seguñia estando más interesado en ser científico que tendero), su libro hubiera sido, quizás, el más vendido de la historia de la edición científica, desbancando obras cumbres de grandes especialistas dedicados de pleno a ello de la talla de Carl Sagan o Isaac Asimov. Llevada a cabo esta avanzadilla, entre los llamados bloggers (yo no me lo considero), existe una regla de oro parecida: cada vez que en tu bitácora hables de política o de sus discursos, tu número de frecuentadores se dividirá por la mitad más uno de añadido. Dado que esta weblog decidió retirar su contador de visitas porque consideraba que su vocación es eso, contar cosas, y no personas, creemos que, además, en aras de nuestra independencia crítica, nos podemos permitir ciertas bajas colaterales. Estas “bajas” vendrán a colación de nuestro posicionamiento crítico a  Esther VivasEsther, autora del libro “¿Supermercados?: no, gracias” dice ser, entre otros avatares de similar comunión de las que hace gala, militante de izquierdas anticapitalista. A fe que lo es, a cuenta del discurso guerrillero que vertebra su manifiesto “La cara oculta de los supermercados”, si no fuera porque confunde el contenido con el continente. Defrauda a todos aquellos que sintiéndose fielmente de izquierdas, pueden compaginarlo con su legítima creencia en las relaciones de mercado. Que le pregunten a Beijing. Pero Vivas no sólo confunde el todo con la parte en la divulgación de sus animadversiones contra la gran distribución, sino que amparada en sus principios ideológicos y a cuenta de su mayor gloria para su persona, se desliza con seguridad por un cúmulo de imprecisiones cognitivas que vulneran, como veremos, todas las áreas del conocimiento mercadológico a sabiendas de que el cómodo colchón de sus convencionalismos morales absorberá el descenso y las críticas.

"Super City", enseña de próximidad,
con fuerte presencia en Méjico.


Una de las principales premisas sobre las que fundamenta la acción crítica de su pensamiento en lucha contra la política comercial de las medianas y grandes enseñas, es la vocación de imperiosidad que les confiere: “La gran distribución comercial (supermercados, hipermercados y cadenas de descuento)-nos dice- ha experimentado en los últimos años un fuerte proceso de expansión, crecimiento y concentración industrial-sectorial”. Nada más alejado de la realidad. Precisamente el último lustro, tanto a nivel nacional, como a nivel mundial, la etapa y desarrollo de las grandes y medianas superficies y almacenes ha supuesto para el sector los menores niveles de crecimiento, en parte a lo maduro y desarrollado de su segmento de actividad. Con respecto a la expansión de grandes superficies y su ubicación en parques comerciales, pues está íntimamente unido: el sector sufre de autocontención, esto es, se han quedado estancado en su expansión desde hace ya algunos años (excepto el formato DIY, para la península ibérica, y el generalista para Rusia y China). Grupos consolidados de capital español como “El Corte Inglés” y el valenciano “Mercadona” aún no contemplan su entrada en Roma y Oporto, respectivamente. Por el contrario, en segmentos de formato como el de la distribución generalista de medias superficies (productos alimenticios y artículos para la higiene y el hogar), pequeños negocios de conveniencia (gasolineras, puntos línea de playa, salas de vending, establecimientos de apertura prolongada) y comercio de proximidad (autoservicios, multitiendas, establecimientos de productos congelados y comidas preparadas, bazares y colmados asiáticos, etc.) adquieren cada vez más preponderancia global, a pesar de que el “Observatorio de los Precios” centra su análisis en su perceptible mayor coste para el consumidor en España. El boom inmobiliario ha hecho florecer estos segmentos de formatos tanto como prácticamente en la misma medida  ha perjudicado a la distribución tradicional (fuga de clientes y diversificación y segmentación de nichos de mercado) hasta el punto que ciudades-dormitorios como Seseña, paradigma del monocultivo industrial patrio que ahora se lamenta, invitaron a la inversión tanto a medianos (grupo “E. Leclerc”) como pequeños comerciantes (Pymes) en su hinterland. Al respecto, y según fuentes avaladas por hipermercados.blog, portal web de referencia en información de grades superficies en España, mientras que “Erosmer Ibérica”, que ya ha cerrado en plazas importantes como Toledo y “Avenida M-40”, medita la venta de algunas de sus grandes superficies en la CAM al grupo francés de distribución “E. Leclerc” como herramienta de desinversión, y “Carrefour” paraliza su implantación en Aranjuez, “Mercadona” y “Lidl”, siempre acudiendo a recursos propios y no al endeudamiento. La valenciana y la sajona son las dos compañías que tiran del repunte de nuevas aperturas mediante el formato de las medianas superficies de proximidad. Acaparan cerca de la mitad de las inauguraciones del sector. Por el contrario, en referencia a la gran distribución en España, sólo tres hipermercados de nueva creación han visto la luz en el último año y medio: “Carrefour Valencia IV”, “El Corte Inglés El Ejido” y “E. Leclerc Murcia”, lo que todo lo dicho da lugar a una falsa idea de insaciabilidad de las grandes superficies y almacenes, a favor del segmento de pequeño y mediano comercio.



Tienda de "E. Leclerc Murcia", en Alcantarilla,
durante su proceso de edifcación y obras.


Por último, respecto a la tesis de Vivas en relación a la concentración industrial-sectorial, se cae por su propio peso, por lo que invita a la falsación de sus hipótesis. Quizás, y ayudado por el divorcio entre marcas de referencia y enseñas en los últimos años recesivos (“cuando la pobreza entra por la puerta el amor salta por la ventana”), y la incorporación de cada vez mayores agentes de la producción nacionales e internacionales, nunca antes había existido tanta diversificación entre los productores. Ello ha permitido, al mismo tiempo, que enseñas menores y pequeños establecimientos crezcan al margen de su débiles rendimientos de escala teritoriales y coman cuota de mercado en España a los grandes, perjudicando alianzas estratégicas como Caprabo-Eroski y Dia%-Carrefour y propiciando la emergencia y consolidación de distribuidores con poca presencia sectorial en nuestro país como “Aldi”, “Kiabi”, “E. Leclerc”, “Bricorama”, o “Sonae Distribuiçao”.

viernes, 11 de febrero de 2011

Almacenamiento en estanterías metálicas (parte 4ª).

Las medidas de prevención en el uso de la instalación de las estructuras metálicas de almacenamiento, como hemos tratado en las anteriores entradas, requiere adoptar medidas preventivas, especialmente, durante la constitución y disposición de las cargas, el momento que engloba estadísticamente más riesgos.


Badajoz, viernes día 11 de febrero de 2011. Lineal Cero /Dimas Rodríguez/ Gregorio Fernández.






Las medidas de prevención en el uso de la instalación de las estructuras metálicas de almacenamiento, como hemos tratado en las anteriores entradas, requiere adoptar medidas preventivas, especialmente, durante la constitución y disposición de las cargas, el momento que engloba estadísticamente más riesgos; asimismo cabe recordar que deberán adoptarse medidas preventivas en el control de las operaciones de apilado y desapilado siguiendo estrictamente la identificación o instrucciones genéricas de las prestaciones de la instalación y sus características. Sin óbice que cualquier eventual modificación de las estanterías y sus estructuras de soporte, así como en lo referente a sus condiciones de explotación, señalización, mantenimiento, iluminación y limpieza, puedan conllevar una sustancial modificación del protocolo original de uso; es decir, donde antes se podría actuar de determinada forma de hacer, una señalización puede restringirla, por reflejar una circunstancia que nos permita explicarnos de modo directo. Como comentábamos, los principales aspectos a considerar con respecto a la constitución y disposición de las cargas hacen referencia a los elementos de la misma, la confección y separación de las mercaderías, la preparación de pedidos por el personal y, finalmente, la manipulación de las unidades de carga.



Medidas estándares de un "Europalette".

Los elementos de la carga, como pueden ser palés o contenedores, deben disponer los productos sobre elementos normalizados, preferentemente europalets, que resistan la carga depositada sin deformarse y que permitan el almacenado seguro sobre las estanterías. Todo palet, contenedor o base de sustento cuyo mal estado sea perceptible debe ser inmediatamente desestimado y reemplazado por otro. Todo soporte dañado sin posibilidad de reparación o en su caso cuyo coste sea superior a su valor residual o venal se retirará del servicio, se señalizará como deficiente. En caso de reparabilidad, se procederá a su recuperación, como decimos, si procede o a su destrucción en última instancia. Las unidades de carga utilizadas no deben sobrepasar los límites perimetrales, altura y peso máximo establecidos para el diseño de la instalación. De ahí la importancia de la estandarización europalette. Los palets o elementos de carga del tipo perdido (no retornable, de baja calidad y dimensiones particulares, en muchos casos), aptas solo para un único transporte, aunque estén normalizadas carecen de la suficiente resistencia para su apilado y solo se deben utilizar para el almacenado en estanterías de su propio producto con el comparte origen industrial y siempre si estas poseen alvéolos provistos de elementos estructurales de soporte, especialmente diseñados para este fin (tales como travesaños intermedios, paneles, rejillas, bandejas u otros adecuados). Una vez finalizada la comercialización del producto al que sustentaban, estos palés no deben ser reutilizados para otros que no fueran ese, procediendo a su destrucción en patio de trasbordo por parte del personal de recepción de mercancías y procediendo a su reciclado, si lo hubiere o lo estimara la normativa.


Planoingeniería de una máquina
industrial apiladora de palets. 


En los que hace referencia a la confección y separación de cargas (lo que tradicionalmente llamos “picking”, en el caso en que se deban realizar trabajos de confeccionamiento y separación de cargas-picking en los pasillos, antes de comenzar los trabajos, bien en almacén, tienda-almacén o sala de ventas, se señalizará adecuadamente la zona de actuación así como sus accesos, especialmente si se hace en horario de apertura al público para evitar que se produzcan accidentes. No es lo habitual, pero no es extraño en los cash&carries, donde se procede al cierre del pasillo provisional. Cuando el tamaño, forma o resistencia de los objetos no permitan obtener cargas de cohesión suficiente como para oponerse a su caída, éstas serán inmovilizadas con la ayuda de dispositivos de retención de resistencia garantizada (fundas de material plástico retráctil, redes, cintas, flejes, etc.) y se situaran preferentemente a nivel del suelo en la estantería o estructura metálica. Esto es especialmente importante en la preparación de pedidos por parte del personal, especialmente de almacenes especializados en obras (“Plataforma de la Construcción”, “Bricomart”, en España y otros almacenes mayoristas al uso). No debería efectuarse la preparación de pedidos en cotas superiores al nivel de suelo, si no se dispone de plataformas o los elementos adecuados para ello. En consecuencia es estrictamente recomendable no trepar por la estructura, auxiliarse del V.A.E. elevándose sobre sus pinzas para tal operativa, subirse por las estanterías o sostenerse encima del andamiado, incluso con equipamiento EPI. Bien es cierto, y ahí reside la autocrítica, que muchos de los mandos intermedios no predicamos con el ejemplo en ocasiones, muchas veces justificada por la urgencia de un proceso comercial. Pero independientemente de casos aislados y sus consecuentes riesgos, para el personal de base no está permitido estos procedimientos irregulares mencionados ni el uso de las carretillas elevadoras (VAE’s) como sistema para la elevación aún asistiéndose de una plataforma palé descubierta, salvo que los vehículos elevadores dispongan de elementos homologados para esta operación, que no es mayoritariamente el caso. Por tanto, en el caso que para una tienda o tienda-almacén diseñe para su estrategia comercial orientada este tipo de venta voluminosa mediante pedido preconcertados, el almacén deberá estar dotado, siempre que sea posible, de áreas especificas al uso referido, debidamente señalizadas, para la preparación de los pedidos y el acondicionamiento de las cargas para la optimización de su ejercicio. Caso de que el acondicionamiento de cargas o la preparación de pedidos debiera efectuarse al pie de las estanterías, porque así ha sido concebido su proceso, bastará únicamente con que se señalice y delimite adecuadamente la zona y sus accesos, con objeto de proteger al personal tanto de la circulación como de los elementos o vehículos de elevación.


La manipulación de las unidades de carga, bien sea mediante palets, bien por contenedores, han de ser manipuladas con el V.A.E. que mejor responda a su naturaleza y accesorios adecuados (esto es, tipo y medidas de horquilla, capacidad de carga, elevación de los mástiles, etc.). No vale cualquier maquinaria de desplazamiento de carga al efecto, salvo que queramos asumir las consecuencias de posibles daños materiales que implican, cuando no laborables. Por tanto, no se transportarán, elevarán o apilarán unidades de carga en las que la misma carga pueda ocasionar riesgo de caída, deslizamiento o desprendimiento de sus unidades retráctiles procedentes de la plataforma palé o del contenedor sin haber previamente afianzado las cargas. El método más rápido, cómodo, económico y efectivo es el conocido como “barnizado de fleje”, si se recubre de plástico adherente. Los grandes mayoristas, centrales de compras y plataformas de distribución disfrutan de máquinas flejadoras que ahorran este esfuerzo y tiempo a sus trabajadores. En las tiendas y tiendas-almacén se procederá al “barnizado” del palet de manera manual y mecánica, al no responder a su amortización de coste o adquisición este tipo de maquinaria industrial.



Máquina flejadora de palets.

jueves, 10 de febrero de 2011

Almacenamiento en estanterías metálicas (parte 3ª).

Las estructuras metálicas de albergación de cargas y mercancías sufren deterioros colaterales procedentes de la actividad a la que sirven. La prevención de sus daños estructurales se correlacionada positivamente con la prevención de riesgos laborales de sus usuarios.


Madrid, jueves día 10 de febrero de 2011.






Dentro del monográfico que estamos llevando a cabo para la formalización y conservación de las estanterías o estructuras metálicas presentes en la totalidad de nuestros almacenes, en esta entrada vamos a profundizar en las medidas de prevención que se deben adoptar al respecto de sus especificaciones, diseño, montaje y posterior mantenimiento y conservación. En primer lugar, llamar la atención sobre algo especialmente recurrente. La reutilización de piezas de montaje sueltas. Los motivos son varios y hasta tan comprensibles como irresponsables: el ahorro económico, la emergencia de recuperar cuanto antes el espacio de almacenaje al que da cobertura la pieza reutilizada, la actividades en cadena que puede llegar a neutralizar durante un denso periodo de tiempo, el periodo latente intrínseco a la llegada del técnico especializado en reparación de estructuras metálicas de almacenamiento… Sea como fuere, está totalmente desaconsejado la utilización de elementos recuperados de otras estanterías para solventar estas tribulaciones, aunque sean de igual tipo o naturaleza amoldable. El montaje y reinserción de piezas se llevará a cabo siempre por el suministrador de la estantería, con personal suficientemente preparado para dicha tarea y bajo su formación y protocolo de montaje. Aclarada esta incidencia, antes de comenzar el montaje de las estanterías se ha de revisar visualmente la losa de sustentación y subsanar cualquier anomalía que pudiera existir en ella. Las estanterías se fijaran únicamente a la losa, no debiendo fijarse a ningún otra estructura del edificio (paredes, jácenas, etc.), salvo que así este explicitado en la documentación de diseño. Las estanterías han de quedar montadas verticalmente respecto a sus escalas, horizontalmente respecto a sus niveles de carga y alineadas correctamente respecto a su longitud. Las tolerancias una vez finalizado el montaje ha de cumplir con las de las especificaciones del diseño. (Ver “Figura 5”, en el anterior post“Figura 6” y “Figura 7”).


"Figura 6".- Protoplano de diseño de almacén.

Los riesgos asociados para el personal del almacén durante el uso de la instalación describen diferentes naturalezas. El personal del almacén o tienda-almacén está sometido a los riesgos de operación como pueden ser la caída de cargas sobre zonas de paso y/o trabajo, el hundimiento de los niveles de carga; los golpes y atropellos diversos por vehículos de manutención y de operatividad y riesgos ya clásicos asociados a los choques entre vehículos o golpes entre vehículos. y estanterías. En el caso de la caída de cargas sobre zonas de paso y/o trabajo, las principales causas que pueden producir este tipo de situaciones son las relacionadas con la utilización de elementos o instrumentos de carga (paletas, contenedores, etc.) sin la resistencia adecuada. Frecuentes es, además, la deficiente colocación de las cargas sobre las paletas, permitiendo que sobresalgan de la zona perimetral de las mismas. Este problema se acentúa si el equipo de manutención es conducido de forma inadecuada, el piso está en mal estado (baches, grietas, derrames de sustancias, etc.) o existen pendientes, desniveles o bordillos acentuados. Dispositivos de retención de cargas defectuosos o inexistentes (redes, mallas, largueros tope, etc.) también entran en escena, acompañados de una igualmente ineficiente colocación de las unidades de carga sobre los largueros o inadaptación de los mismos a las dimensiones de las paletas. La situación o colocación de cargas en alvéolos ya ocupados es otro clásico. La colocación de unidades de cargas una sobre otras en un mismo alvéolo, no estando el conjunto diseñado para ello (esto es, la unidad de conjunto que conforman paletas, estantería y largueros), como es normal, implica un riesgo grave de ciada por desprendimiento o mala sujeción que refleja una mala práctica habitual. Errónea percepción o apreciación de la altura de colocación de la carga por parte del conductor del V.A.E. (Vehículo Autopropulsado Elevador de cargas), es frecuente, en parte, a veces a la dificultad de la operación más que a la destreza del operario.



"Figura 7".- Sistemas de referencia del rack y dimensiones
con tolerancias: holguras horizontales y verticales.


Con respecto al hundimiento de los niveles de carga, las principales causas que pueden producir este tipo de situaciones se sustancializan en la sobrecarga local o general que genera la deformación de los elementos de la estructura. Estas sobrecargas se producen por el inadecuado reparto de las unidades de carga sobre las estanterías (unidades de carga más pesadas de las previstas, ubicación de las cargas más pesadas en los niveles superiores como lavadoras, palés de bazar pesado o de televisiones, etc.). Como consecuencia, sobrepasar los límites máximos de carga admisibles por desconocimiento del peso/ubicación real de las unidades de carga manipuladas acorta la vida útil de la estructuras de albergación y multiplica sus incidencias y riesgos para la mercancías, los suelos y lo que es de vital importancia, las personas, ya sean personal de almacén, vendedores, mandos, proveedores o clientes. En este sentido, un daño invisible o de menor percepción, si se prefiere, pero de igual importancia y consecuencias son aquellos infligidos por los anteriormente mencionados choques de las carretillas de elevación o de su carga contra los elementos de la estructura, que provocan deformaciones y perjudican la estabilidad del conjunto. Efectivamente son de menor intensidad, pero de mayor frecuencia recurrente, lo que tiende a debilitar la estructura y amenazar su estabilidad en lo longitudinal del tiempo del mismo modo que las sobrecargas en el corto y medio plazo. Ya por último, y sin caer en el riesgo de insistir demasiado al respecto, referencia explícita a los golpes y atropellos de diferente naturaleza y orden por parte de vehículos V.A.E. Las principales causas que pueden producir este tipo de situaciones se concretan en la inexistencia de una ordenación vial de las zonas del almacén, lo que provoca el atropello de personas por parte de los VAE.’s que circulan por los pasillos o viales o bien por la realización de trabajos de confección, paletización o división de las cargas, preparación de pedidos, etc., en zonas de circulación. Personal carente de la formación adecuada en el manejo de los equipos de manutención y/o en el uso de las estanterías suelen constituirse involuntariamente en focos de riesgo e incidencias. Por último, tener en cuenta que las colisiones entre vehículos en los viales de circulación o en operaciones de maniobra en zonas de espacio reducido condicionan las principales causas que pueden producir este tipo de situaciones y que vienen intrínsecamente relacionadas con la falta de señalización en los pasillos de circulación y en los cruces. Insuficiente dimensionado de los pasillos para el cruce de carretillas es hasta poco cuestionable en espacios comerciales donde se debe optimizar la mayor parte del suelo en beneficio de la superficie de venta, por lo que los VAE’s (existen multitud de tipos y dimensiones que garantizan los mismos servicios), deberán estar necesariamente condicionados en su adquisición o renting por el diseño de almacén a consecuencia de sus características técnicas de diseño a las que habrá de amoldarse el parque móvil de logística interna en función de su sistema de anchura, radio de giro, tipo de carga, etc.


"Figura 8".- Valores estándares recomendados
para el soporte cargas y mercancías paletizadas.


 

martes, 8 de febrero de 2011

Piratas del Abismo.

Chiringuitos piratas se apremian a ofrecer puestos de trabajo en nombre de reconocidas enseñas de distribución como “Dia%” o “Mercadona”. “LinealCero” desenmascara a una de estas redes fraudulentas. 


En Madrid, a martes 8 de febrero de 2010.


 



Siempre es gratificante que tus ex-compañeros se pongan en contacto contigo vía redes profesionales o correo electrónico y te tengan al tanto sobre las ofertas de empleo que convoca la gran distribución. “Vuelve con nosotros”, parecen decirte sibilinamente, como si de la voluntad propia fuera el desempleo sectorial o del capricho del sector dependiera, con la que está cayendo. Sólo en “Infojobs”, portal de empleo de referencia, sin adentrarnos en otros formatos de búsqueda, se están batiendo todos los registros históricos de demanda para los puestos de mandos intermedios en las grandes y medianas superficies que convocan para su provisión las enseñas a través de la red. Nunca antes se manifestó tanta vocación espontánea y atomizada por pertenecer a esta "gran familia" por parte de grupos profesionales tradicionalmente renegadores de este oficio, que a orgullo que lo es. ¿Consecuencia?: se vuelven locos en los departamentos de recursos humanos para procesar todo el volcado de currículums que les llega a las oficinas centrales. No dan abasto, hasta tal punto que, por citar algunas de las que “LinealCero” tiene constancia fehaciente, “Makro” ha decidido finalmente externalizar la función en una consultoría británica afincada en las cercanías del “Instituto de Empresa” de Madrid; y “Auchan”, ante la avalancha, opta por escoger a jóvenes universitarios recién licenciados e incorporarlos a la enseña tras una pequeña formación de base. Cada cual tiene su método, no seremos nosotros los que entremos a debatirlo. 



"Mercadona" es una de la enseñas favoritas de los piratas 
a la hora de servir de cebo para sus timos telefónicos. 


Todo esto viene a colación, sí, como decíamos, que en alguna ocasión antiguos compañeros te llaman o te escriben con la esperanza de orientarte dónde localizar el nicho de empleo, por si es preceptivo. Ayer fue una de estas ocasiones. Se halló en Extremadura, en un diario de tirada regional, en su sección de anuncios por palabras. “Empresa de supermercados precisa de personal para todo tipo de cometidos por nueva implantación en la zona. Tfno.- 625817598”, rezaba el anuncio de “El periódico Extremadura”, del día siete del mes en curso, escuetamente. El caso es que todo sonaba un tanto extraño.  Porque si precisamente existe un área de negocio de distribución final que se domine por parte de esta weblog, aparte de la CAM o la CAV, es la región de Extremadura, donde el mercado del mediano y gran retail está especialmente maduro al respecto, por no decir talludito. Todo ello nos animó a escudriñarlo como cuando llevábamos a cabo investigación de proveedores y ofertas, sobre todo de esas increíbles que a veces te llegan por fax; o de ese proveedor-fantasma que surge de la nada y parece que te lo envía el mismísimo diablo con una oferta en el maletín, a cambio tu de alma, que no puedas acaso rechazar si quieres dar la campanada en tu hinterland. Como decimos, investigamos, pero no muy a fondo, porque la cosa no daba para tanta profundidad, ni tanta credibilidad… ¿qué enseña estaría jugándose el tipo en Extremadura en un periodo recesivo tan complicado y en un nicho tan saturado y coercitivo?. ¿Quizás “El Árbol”?, ¿tal vez “Mercadona”?, ¿acaso la pequeña enseña regional “Tambo”?. Un reclamo en la prensa, junto a los anuncios de academias a distancias para oposiciones públicas, no era en todo caso el estilo de ninguna de las citadas. Decidimos entonces llamar para encontrar la "trampa". Primer indicio de sospecha: nos da línea, no comunica. Raro para un teléfono que debería estar desprendiendo humo y fuego. Al tercer tono descuelga una centralita con enlatada voz femenina de contestador que nos confirma la oferta, pero nada más de añadido de información. Sólo nos apremia a anotar un número de teléfono alternativo donde realmente aseguran que nos atenderán. Es un fijo, sí, pero de tarifación adicional: un 807. ¡Vaya, ya tenemos el timo frente a nuestras narices!. ¿Continuamos?. Sí, me dicen, aún disponemos de presupuesto del año pasado. Telefoneo y parece que han descolgado. Compás de espera. Compás de espera prolongado. Nadie al aparato. Nos atiende por fin una chica, quizá una teleoperadora. No se identifica. Le apremiamos a ello pero se enreda en explicarnos cómo acceder a la preselección de la supuesta oferta. Le preguntamos a duras penas qué enseña está detrás de la oferta privada de empleo. “Bueno -nos dice- dependerá de la experiencia que tengáis”. Insistimos, no obstante, hasta vencer su resistencia. Nos aseguran con tono divagante que trabajan para “Dia%” y “Mercadona”, que están autorizados. Puesto que es así, le requerimos amablemente una dirección de correo electrónico para remitirles un currículum o una website que acredite el proceso de selección. “No, esto no funciona así- me espeta-. Yo te tomo los datos de tu currículum y los implanto en el ordenador. Y ya nos ponemos en contacto contigo. Dame tu nombre”. Tenemos algunos preparados y le facilitamos un nombre y apellidos ficticios: Manuel Sánchez Sánchez. “Repíteme, por favor, no lo he entendido: ¿Samuel Sancho, me dices…?”- se recrea prolongando artificialmente la conferencia. Me hacen un chasquido de dedos y me dicen que ya es suficiente, que corte. Diez minutos y ni siquiera ha alcanzado a anotar mi nombre, claro. “Qué maleducados que son- llegaría a pensar la chica del otro lado del hilo telefónico- ni se despiden: luego dicen que hay paro, es que la gente lo que no quiere es trabajar, sino más bien vivir de los que trabajamos”.  


   
Las líneas de factutación adicional son un lucrativo negocio
en manos de empresas de escasa calidad y transparencia.


Nuestras sospechas iniciales se confirman. No existe ninguna empresa real, ni siquiera de selección; ni por supuesto ninguna oferta de empleo, tras este chiringuito telefónico, tan sólo fraude e insidia. No es un fenómeno aislado el que se manifiesta en este tipo de timos telefónicos, a los que la legislación y el sector de las telecomunicaciones ampara bajo el epíteto de “negocios de línea”, vislumbrando su poca trasparencia. Al mismo tiempo esta práctica pirata no es sí innovadora, sino que se reproduce el modelo en perpetuidad desde hace tiempo y en indistintas geografías de nuestra "piel de toro". Su estrategia de inserción de anuncios se basa en concretar regiones o áreas con una alta densidad de población de desempleo estructural o fuerte monocultivo industrial o sectorial, combinado con un bajo nivel formativo y crítico de trabajadores muy apegados a sus asentamientos de origen, esto es, con escasa o nula movilidad geográfica. Los piratas telefónicos persiguen al trabajador cautivo, incluso, hasta las gacetas de empleo que venden los quioscos, dictando en ellas anuncios “ad hoc” con todo aquello que su desprevenido target desea vivamente escuchar y orientando su depredador interés por los sectores potencialmente desamparados, donde se concentra mayor poder de desesperación por desempleo. En definitiva, ingenian el cebo perfecto. “El periódico Mediterráneo”, de Castellón, del mismo grupo editor del diario extremeño anteriormente citado, ofrece a través de sus páginas este timo telefónico mediante ofertas para el sector de la producción del azulejo en La Plana, un clúster valenciano totalmente devastado por el freno de la construcción en España, la competencia de la emergencia china en este segmento de producto y la caídas de las exportaciones de sus principales clientes: Rusia y Oriente Medio. Allí la cosa va más allá y los piratas, nos aseguran, ya no se conforman con absorber parte de los escasos recursos económicos de los desempleados más desfavorecidos a través de la facturación en línea, sino que además, jugando descorazonadamente con su psicología, les exigen el anticipo de un pago a través de un número de cuenta bancaria en concepto de "costes de formalización de entrevistas". Las cantidades van desde los €20 hasta los €50, unos valores estudiados por relativamente accesible que, aunque necesaria para el sustentamiento semanal de muchos hogares, invita a cualquier padre responsable de familia, urgido por su desesperación humana, a aportar si remisión. Y  ello se fundamenta en la lógica que rige que todo recurso escaso (como es el empleo actualmente en España), lo es inversamente proporcional a su demanda. Y todo producto con fuerte pico de demanda restringida tiende al delito o al subterfugio legal.


 

El clúster del azulejo en La Plana esta sufriendo importantes recortes de producción 
y personal, lo que aviva el interés de los piratas por especializarse en estos segmentos.


Así y todo, el negocio de los piratas con la ayuda permisiva de los medios de difusión de la información, es redondo: infraestructura nula, intensidad de trabajo, marginal: y coste operativo irrisorio (un anuncio por palabras y una línea de teléfono). Riesgo de penalización infrecuente y, ganancias, muchas, muchas ganacias. Según la OJD (Oficina de la Justificación de la Difusión en España), los diarios arriba referidos pertenecientes al "Grupo Zeta", obtienen una difusión media de ocho mil y once mil ejemplares diarios respectivamente. Eso propicia, para el caso del diario extremeño, según su editora, con sede en Barcelona,  de un alcance mínimo para la cabecera  de cincuenta mil lectores efectivos  diarios (zetagestion.com/prensa) en una región con el 25% de desempleo oficial. La probabilidad mínima real de que al menos veinticinco personas se pongan en contacto con el teléfono de tarifación especial pirata permaneciendo una media de diez minutos le ha supuesto a la comunidad un coste social de cuatrocientos euros diarios. Lo suficiente, tirando por la mínima, para que los timadores puedan vivir olgadamente sin moverse de casa. en caso de verse descubiertos o denunciados, cosa rara, dan de baja la líneas de fijo tarifario y de móvil y reinciden con nuevas líneas. Consultamos a las fuerzas de seguridad.  La Policía Nacional advierte al respecto: “Existen empresas que están sobrepasando la línea entre lo legal y lo ilegal a cuenta de la crisis financiera, e involucran sin su conocimiento a otras empresas de las que hacen connivencia, uso instrumental directo o indirecto para articular las operativas de sus fines lucrativos; juegan con el prestigio y el nombre de las marcas de las que se sirven o bajo la cual aseguran ser interlocutoras. Pero si nadie denuncia por el bien de su propio nombre, de su propia marca, nosotros no podemos hacer nada”. Existe un viaje atroz, hacia la fatalidad del desempleo, aquel que encamina a las gentes sin brújula hacía ninguna parte. Navegan sin rumbo, bordeando los límites de lo inimaginable, jugando con el abismo. Durante ese viaje hacia el fin de su universo al que se asoman, les empujan y le retiran lastre piratas de un mundo que ya no es esférico, sino que se le vuelve plano a medida que se le acaban los días, tan plano como al Capitán Sparrow se le descubre su mar cayendo en cascada hacia el universo por los extremos meridionales de su cartografía fantástica. Seamos responsables con el sector y evitemos que otros compañeros caigan por los acantilados infinitos del desprestigio que otros fomentan de nuestras enseñas, sean de nuestro nombre o no. Acabemos, entre todos, con los "piratas del abismo".  


viernes, 4 de febrero de 2011

Almacenamiento en estanterías metálicas (parte 2ª).

A la hora de equipar o llevar a cabo reformas en una gran tienda o tienda-almacén en sus ubicaciones de logística interna, se deben constatar previamente los aspectos del hábitat en los que se inserta y su cometido de funcionalidad objetiva con respecto a la naturaleza y volumen de carga que alberga.



En Madrid, a jueves día tres de febrero de 2o11. Por  Dimas Rodríguez Plana y Gregorio Fernández Rougeot.






Sede de la plataforma logística y central de compras 
"Elecco", distribuidor mayorista de bazar pesado. 



Las medidas de prevención en las especificaciones para el montaje y conservación de las estructuras metálicas y soportes almacenísticos son la base para un diseño seguro, para ello la enseña que tenga en proyecto un nuevo emplazamiento de punto de venta para su red de tiendas o bien reformar unos de sus viejos almacenes algunas de las ya existentes deberá facilitar al diseñador de la instalación la siguiente información: situación local del lugar donde se ubicarán las estanterías y naturaleza, características y resistencia del suelo, según el informe de obra presentado por el arquitecto que llevó a cabo el ordenamiento y la edificación de tienda; por ende, características del edificio y superficie delimitada donde se ubicarán las estanterías, con la especificación de la exposición al viento si son externa (por ejemplo, patio de trasbordo) o semiexternas (corrientes de ventilación naturales en el interior del almacén). En el caso que correspondiera, climatología, sismología, agentes químicos circundantes, corrosión anaeróbica por salitre o humedad por proximidad a la costa. Como no podría ser de otro modo, características del equipo de manutención de mayor dimensión a emplear, (carga máxima admisible, requisitos dimensionales, número de mástiles, alturas máximas de trabajo, radio de giro, tolerancias de funcionamiento, etc.). Turnos de trabajo (traducida de la intensidad de uso) y sistema de trabajo (tipo de carga, rotación de cargas, confección de expediciones, etc.). Características de la mercancía y de las unidades de carga paletizada a almacenar incluyendo paletas, contenedores y otros soportes empleados para la unidad de carga (volumen, rotación y dimensión de las cargas). Toda la información disponible sobre posibles cambios inminentes como previsión de demanda comercial, prediseños para ampliación o preinstalaciones futuras contempladas (ampliaciones previstas, cambio de sistema de paletizado, productos almacenados, etc.), deben ser incluidos para la definición del informe técnico. Y, por último, legislación, normativa específica de almacenamiento que ha de cumplir la instalación en base al tipo de materiales almacenados adaptadas a las exigencia de cada legislación local. 



 Figura 4.- Diseño gráfico de protección 
mediante sistema de talanqueras.

Con las especificaciones recibidas el suministrador diseñará la instalación cumpliendo, en primer lugar, con lo dispuesto en la normativa aplicable a las características de la instalación. El diseño de este tipo de estructuras en cuanto a su resistencia y estabilidad se realizara, como decimos, según el estado actual del conocimiento de la técnica y legislación aplicable que le afecte, salvo que el usuario requiera para su diseño un mayor nivel de seguridad por encima de lo mínimamente establecido por ley. Es entonces cuando, en segundo lugar, el suministrador de estructuras metálicas para almacenamiento de palés deberá facilitar a la enseña la siguiente información. Una de ellas es la relativa a la presión de las placas-base de la estantería sobre la losa para evitar roturas por punzonamiento o asentamientos diferenciales. De igual modo deberá facilitar información mediante planos o tablas de las prestaciones de la instalación suministrada y de sus tolerancias. Sin olvidar las placas de datos de la instalación, con sus prestaciones y características principales así como un manual para el mantenimiento de la instalación y detección de defectos. Finalmente, manual de instrucciones de seguridad para el uso de la instalación. En un tercer lugar, tendrá en cuenta las siguientes recomendaciones en lo referente a elementos de protección y seguridad: en cada intersección con los pasillos de circulación o con los túneles de paso que den lugar el alineamiento paralelo de los estructuras, se protegerán las escalas con defensas integrales o talanqueras (ver “Figura 4”) que protejan a todos los elementos de las mismas o, al menos, defensas individuales que eviten el impacto sobre los montantes. Todos los elementos verticales de las protecciones deben poder absorber, como mínimo, una energía de 400 Nm (newtons de presión por metro) como consecuencia de un potencial impacto en cualquier dirección situado a una altura de entre uno y cuatro metros de parámetro vertical. Para evitar el desenganche o desprendimiento de soldadura de los largueros de su punto de unión con los montantes ante una acción accidental durante el trabajo, las clavijas de seguridad deben estar dotadas de una resistencia al desenganche de 5 kN (kilonewtons). Para ello es necesaria la protección de los montantes extremos de la instalación situados en los pasillos de circulación, especialmente cuando circulen vehículos en sus proximidades. La posición de las protecciones en los montantes debe ser tal que al deformarse por la absorción del impacto, no deben dañar al montante de la escala (ver al respecto “Figura 4” y “Figura 5”). 




Figura 5.- Diseño técnico de sustentación de carga
soporte de albergación de contenedores-palé.

En el caso de instalaciones asistidas por carretillas o V.A.E.’s (Vehículos Autopropulsados Elevadores de carga y descarga) que se desplacen por los pasillos de trabajo guiadas mediante vigas o por inducción, no será necesario el disponer de protecciones, como es obvio para las plataformas centrales de distribución propias de cada una de las enseñas. Por otra parte, en el caso de utilizar unidades de carga con paletas de base singular o en contenedores, los niveles de carga se acondicionaran con accesorios protectores de resistencia adecuada perfectamente adaptados a la base de la unidad de carga y unidos a los largueros. Si se utilizan unidades de carga de dimensiones singulares, tanto de la base como de la carga, se han de diseñar largueros tope para evitar incidentes tales como las caídas de unidades de carga a los pasillos de trabajo, los golpes contra instalaciones, como pueden ser los sprinklers y las colisiones con otras unidades de carga en las estanterías dobles. En las caras posteriores de las alineaciones simples, que colindan con zonas de tránsito o puestos de trabajo, se instalaran mallas de luz adecuadas a las dimensiones de los materiales almacenados o paneles ciegos de seguridad, en ambos casos dotados de suficiente resistencia al impacto. Las escalas laterales exteriores se prolongarán un mínimo de un metro por encima del último nivel y las interiores a una distancia mínima de medio metro. En el caso de utilizar distanciadores de pasillo, éstos han de estar situados en la parte superior, a una altura tal que la holgura vertical entre la carga y /o el mástil del equipo de manutención sea como mínimo de ciento cincuenta milímetros. Las estanterías con una relación altura/anchura superior a diez metros, se unirán entre sí como seguridad adicional a la estabilidad transversal. Siendo su altura la del último nivel de carga y la anchura la de una escala si es de alineación simple o el de las dos escalas si es alineación doble, siempre que estas estén unidas entre sí por dos distanciadores como mínimo. Nunca se conectarán entre sí las estanterías a las paredes del edificio, para evitar la transmisión de fuerzas entre ambas. En el caso de que fuera necesaria esta conexión, se evaluaran las fuerzas máximas aplicables al diseñar la estantería.


V.A.E. de conducción guiada por inducción.


Finalmente, y ya por último, en lo que hace referencia a pasos peatonales, de circulación, de trabajo y túneles de paso (ver “Figura 1”, en el post anterior y “Figura 5”) tendrá en cuenta lo siguiente: se deberá en lo posible diferenciarse las zonas de paso de vehículos y personas, respetando las dimensiones necesarias para cada tipo de usuario, con especial atención en los cruces para que los ángulos de giro de vehículos y la visibilidad sean las correctas. A consecuencia de ello, es de encarecida recomendación establecer pasos peatonales perpendiculares a los módulos de almacenamiento cuando la longitud de éstos exceda de cuarenta metros. En una misma hilera, las distancias entre dos pasajes consecutivos no excederá entonces de veinte metros. Todos los pasajes por los cuales han de circular personas han de tener el nivel superior cubierto con materiales resistentes a la caída de las mercancías de las paletas. En los pasillos con doble circulación, el ancho no debe ser inferior al de las carretillas/vehículos que circulen por los mismos o al de las cargas de mayor dimensión, incrementada en un metro y medio de seguridad como mínimo, siempre que por tales pasillos no deban circular personas, ya que en tales circunstancias habría que prever una anchura mínima de uso exclusivo para peatones relativas a un metro. Los pasillos de trabajo se establecerán en función a la carretilla de mayores dimensiones que circule por los mismos y de la previsible circulación de personas. En los túneles de paso por los que circulen carretillas elevadoras se mantendrá colateralmente a las mismas y de forma diferenciada, zonas de paso solo para peatones. En caso de doble circulación, la anchura del pasillo no debe ser inferior a la anchura de las carretillas /vehículos que circulen por el mismo o la de las cargas de mayor dimensión incrementada, igualmente, en metro y medio. La altura libre será la del mástil plegado y sin carga que sobrevuele verticalmente al mismo con una holgura mínima de cincuenta centímetros


jueves, 3 de febrero de 2011

Almacenamiento en estanterías metálicas (Parte 1ª).

La prevención de riesgos laborales y la cultura preventiva empiezan por el diseño e intalación de equipaciones mismas. Su correcto uso y mantenimiento son importancia vital para las dimensiones de su funcionalidad.


En Madrid, a jueves día tres de febrero de 2o11. Por  Dimas Rodríguez Plana y Gregorio Fernández Rougeot.




 "Figura 1".-1, Escala (1.1. Montante; 1.2. Diagonal; 1.3. Horizontal;
1.4. Placa Base); 2, Larguero; 3, Distanciador; 4, Travesaño y  5, Protección.



 Las instalaciones de almacenamiento en estanterías metálicas permiten almacenar productos paletizados en o por alturas. Este tipo de almacenamiento puede exponer al personal de montaje de las estanterías y al de explotación del almacén a diferentes riesgos que deben ser controlados. El objetivo de esta entrada es la descripción del sistema de almacenamiento en estanterías metálicas, indicándose los riesgos relacionados con las especificaciones, diseño y montaje, así como durante los trabajos de explotación y las medidas de prevención y protección a adoptar en cada caso. En este sentido, existen dos tipos diferentes de sistemas de almacenamiento en estanterías metálicas: almacenamiento móvil y almacenamiento estático. En el almacenamiento móvil las cargas unitarias permanecen inmóviles sobre el dispositivo de almacenamiento, el conjunto de ambos experimenta movimiento durante todo el proceso de explotación - almacenamiento. Por el contrario, en el almacenamiento estático el dispositivo de almacenamiento y las cargas permanecen inmóviles durante todo el proceso de explotación y de almacenamiento. Dentro de este tipo de almacenamientos existen así mismo dos tipos básicos de estanterías metálicas, a saber: estanterías metálicas de bandejas (en este sistema las cargas almacenadas generalmente en paquetes, se sitúan sobre bandejas metálicas) y estanterías metálicas de largueros (este sistema de almacenamiento en estanterías convencionales para carga paletizada APR, consiste en situar los distintos tipos y formas de paletas en niveles de carga alveolares regulables en altura, sirviéndose para ello de equipos de manutención manual o mecánica). En nuestro caso, para el manteniendo del almacén o almacenaje provisional de recepción de mercancías se tratará sobre este tipo de almacenamiento estático en estanterías metálicas. Los elementos más característicos de las estanterías (y estructuras) metálicas para el almacenamiento de paletas se muestran, junto con su nomenclatura, en la “Figura 2” y “Figura 3”.


"Figura 2".- Implantación típica de una estantería de almacenaje.

Los principales riesgos relacionados con las especificaciones, diseño, construcción y montaje de este tipo de almacenamientos son la caída de cargas y los accidentes de circulación. En relación a la caída parcial o total de cargas paletizada (o de elementos constituidos de su contenido como productos sueltos o packaging sobresaliente) sobre pasillos o zonas de trabajo, dejan entrever la inestabilidad parcial o total de la instalación por insuficiencias dimensionales de las estanterías, debido a la falta de resistencia mecánica del conjunto o de algu nos de sus elementos y/o uniones, a causa de un diseño realizado a partir de especificaciones y/o datos inadecuados o inexactos de las necesidades de uso de la estantería. Las principalmente deficiencias al respecto devienen, generalmente, de la aplicación de una normativa de diseño inadecuada acompañada de los datos de la situación geográfica de la instalación y de sus características geodinámicas. La definición de la unidad de carga paletizada a utilizar (dimensiones y peso de la carga y/o características de la paleta utilizada) o las características y el tipo del equipo de manutención a emplear pueden definir aún más los riesgos. Las características del edificio donde se instalarán las estanterías (dimensiones, tipo de edificio, el tipo y las características del suelo, características ambientales), deben tenerse igualmente en cuenta. La inestabilidad parcial o total de la instalación por insuficiente resistencia mecánica del conjunto o de algunos de sus elementos y/o uniones, como consecuencia de la modificación de las características originales de la estantería y/o de la carga realizadas durante la explotación del almacén, principalmente encuentra entre sus causas el cambio en la configuración de los niveles de carga, el empleo de unidades de carga distintas de las previstas inicialmente que permiten o facilitan la sobrecarga de los largueros, el desmontaje y montaje inadecuado de las estanterías o bien por último la reubicación inadecuada de las estanterías en suelos con condiciones no analizadas para la sustentación o idoneidad de emplazamiento. Como consecuencia, cualquier mínima perturbación en la sustentación física de las estruturas de almacenaje como choques o golpes contra las  extensiones o chasis de los aparatos o vehículos de manutención pueden ocasionar: el desenganche de los largueros y ensambles o deformaciones elásticas o permanentes de los elementos con el consiguiente riesgo del desplome de las cargas y/o elementos portantes o constituyentes del conteniente palé o mercancía. Con respecto a los accidentes de circulación, estos pueden tener lugar en forma de choques entre vehículos y de atropellos a peatones. Las causas principales son: una iluminación inadecuada (que produce deslumbramientos o zonas de sombra), la escasa anchura de los pasillos (en base al radio de giro o al tamaño de los vehículos y/o de las cargas a transportar) y, cómo no, el exceso de velocidad de los equipos de elevación acompañados de cruces mal señalizados o carencia de soporte retrovisores sustentado de las estanterías metálicas.


"Figura 3".- Planografía estándar de un sistema de almacenaje por pasillos.