El
negocio deportivo, cual sátiro amante desleal e insaciable, mira durante las
próximas citas hacia las economías boyantes como Ucrania, Brasil, Rusia,
Turquía o Qatar mientras en la vieja Europa, especialmente en España e Italia,
nuestro deporte rey se desangra como una rica amante despechada a la que por su
pasión lasciba le saquearon el corazón, el alma y el dinero.
Mientras
medio mundo sueña con ser Messi o juega a ser Crisitiano Ronaldo o Casillas, la
otra mitad se beneficia de ello. Es el negocio del futbol. Un business pasional, pero por los colores
de un equipo o de la selección nacional. Jugadores, entrenadores y dirigentes.
Camisetas, balones y autógrafos. Excepto las simpatías de los aficionados, que
son gratuitas para los clubes, todo está en venta. La única condición es que
alguien esté dispuesto a poner la pasta. Puro capitalismo: iguales ante el
balón, diferentes en oportunidades y en presupuestos. Nada preocupante excepto
cuando no sale las cuentas. Y, ahora, en plena recesión económica mundial, es
el caso: equipos en quiebra, futbolistas arruinados por inversiones
fraudulentas, jugadores en huelga por impagos, recalificaciones descolgadas,
estadios que se quedan a medio construir, maletines de última hora… El de la
liga española es el ejemplo perfecto, pero hay otros muchos en Europa. El
“Calcio” de los partidos amañados, hoy y ayer, es otro.
El sociólogo del deporte Declan Hill, máximo experto
en temas relacionados con la corrupción futbolística.
De
tanto estirar la cuerda, está a punto de romperse. La duda sería si es posible
otro modelo económico para el fútbol. Si con éste otro la “Liga” y los grandes
clubes aglutinarían tantas estrellas mundiales como ahora. Lo que está claro es
que sin pobres, no habría ricos. Pero los ricos no quieren dejar de serlo. De
ahí la lucha desigual por los ingresos por los derechos de televisión en
España. Real Madrid y Barça (que cobran hasta diez veces más que muchos de sus
competidores) están decididos a seguir por ese camino, a negociar libremente
sus derechos de retransmisión. Por contra, al resto no le queda otra que
defender ya el poder colectivo con más o menos denuedo. Todos deben ir de la
mano y repartir más equitativamente los beneficios, dicen los medianos clubs.
Mientras ésto no ocurra tendrán que sacar el dinero de otra parte. La
propietaria de los derechos de televisión de la liga española, “Mediapro”, lo
está persiguiendo a través de imponer un canon por retransmitir radiofónicamente
los partidos.
Relación comparada de ingresos brutos
televisivos por liga, equipo y temporada
Otros
muchos clubs recurren a argucias legales: La entrada al concurso de acreedores
o la venta de acciones a fundaciones paralelas, sufragadas por el dinero
público, para reducir sus millonarias deudas. Y los jugadores, en huelga. Como
les ocurrió en el parón que les llevó a aplazar la primera jornada de Liga, con
la intención de asegurarse el cobro del dinero pactado y la negociación de un
nuevo convenio colectivo. ¿Qué hace de la “Liga
BBVA” la más desigual al mismo tiempo la más envidiada del planeta?. ¿Qué
papel juegan los intermediarios?. ¿Qué cambios podrían gestarse?.¿Dónde ha ido
todo el dinero gastado?. En los próximos posts
lo veremos. Hay muchas cuestiones por resolver en el fútbol español si no
queremos que acabe siendo víctima de su propia falta de regulación.
Obras paralizadas del "Nuevo Mestalla" en 2010.
La falta de liquidez para afrontar su financiación
obligó al "Valencia C.F." a la venta de Villa.
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