Como si
se tratara de la moderna gruta de Santa
Claus, el gigantesco almacén de “Amazon” cerca de Milton Keynes se
encuentra perfectamente preparado para afrontar la Navidad; tras ella, su
eléctrica e intensa actividad pasará de largo. Mientras tanto, guardados en
estantes de metal en un inmenso hangar de 500.000 pies cuadrados (46.451 metros
cuadrados) podemos encontrar todo tipo de regalos: “Zumba Fitness Wii”, la “parrillera de George Foreman”, el “Call of Duty: Modern Warfare 3”, la
trituradora de la marca “Aurora”, un monográfico anual sobre de ciencia-ficción
y, por supuesto, las pilas de cajas amontonas de kindles. El reproductor electrónico de libros e e-book reader de marca propia y producto
estrella de la enseña norteamericana de distribución ya estuvo entre las
compras más demandadas de la última Navidad y lo será de nuevo en ésta.
Despojado de las habituales técnicas ambientales de los grandes almacenes-
iluminación tenue, hilo musical y las cartelería de plasma-, la amplia gama de
productos albergados para el consumo navideño en “Amazon.uk” bien podría
asemejarse a una enorme mudanza.
Pedidos con el mismo destino en espera de logística courier.
A pesar que las grandes avenidas con sus tiendas iluminadas y los pocos frecuentados centros comerciales pueden dar la sensación de que el consumo está bajo mínimos, el mayor distribuidor on-line del mundo están desde la quincena pasada más atareado que nunca en las islas británicas. Centrándonos en uno de los muchos almacenes que está levantando la compañía de Seattle - el más grande de Europa se inauguró en Escocia el mes pasado - su centro logístico de “Marston Gate Prologis Park”, aunque aparentemente tranquilo, parece estar funcionando sin problemas a un ritmo frenético. La incesante labor de las cintas transportadoras desplazando paquetería y cajas hacia la logística de reparto delata hasta qué punto amazon.uk está vendiendo sin descanso. El segundo “Viernes Negro” (algo así como un día de rebajas en productos de electrobazar donde se liquida todo el stock existente en noviembre para dar cabida en los almacenes a los nuevos productos de temporada) programado por el detallista virtual por segundo año consecutivo, en esencia, está rompiendo su techo de ventas en las semanas previas a la Navidad. El murmullo incesante de las carrileras confirma cómo los pedidos son despachados en este enorme edificio. Para hacernos una idea, sólo en su día de mayor actividad -para el caso del pasado años de 2010 nos referimos al 6 de diciembre, conocido como “CyberMonday” (algo así como el viernes negro de las tiendas on-line), amazon.uk recibió tres millones doscientas mil órdenes de pedido.
Juguetería de los grandes almacenes Harrods de Londres, en el distrito
de Knightsbridge. Amazon constituye ya su competencia directa.
La
enseña de distribución on-line
erigida por Jeff Bezos en el garaje
de su domicilio en Seattle en 1994, no sólo amenaza con conquistar el mundo
sino que ya ha transformado de hecho la forma en que cada uno de nosotros
consumimos. Esto es evidente si atendemos a las aperturas de los últimos diecisiete
centros logísticos de la compañía diseminados por todo occidente durante la
última década, donde encontramos dos almacenes uno de ellos con un total de 950.000 metros
cuadrados en Alemania; en Gran Bretaña, uno de 700.000 pies cuadrados (65.032
metros cuadrados inaugurado en Rugeley, Staffordshire; durante este otoño se ha
generado mil nuevos puestos de trabajo en la sede de la companía en Slough y
otro almacén se abrirá el próximo año cercano al punto neurálgico de Mammoth.
El más espectacular y modernos de todos, el nuevo centro logístico de Dunfermline,
en Escocia, con un millón de metros cuadrados fue inaugurado por Alex Salmond el mes pasado con una
creación neta de setecientos cincuenta nuevos puestos de trabajo permanentes y
hasta mil quinientos empleos temporales como cifra bruta. Salmond también
inauguró su nuevo “Amazon CRM-CallCenter”
destinado a los clientes británicos en Edimburgo, con un promedio estimado de
empleo de novecientos puestos de trabajo en cinco años vista. Este “líder en el mundo minorista en línea”,
como lo expresó Salmond, está recibiendo el apoyo administrativo mediante
ayudas y subvenciones de los contribuyentes: € 6,3 será transferidos para el
parque logístico de Dunfermline en concepto de ayudas para empresas y tres
almacenes auxiliares escoceses de Amazon también están recibiendo subvenciones
a la producción por valor de más de cuatro millones de libras que además irán
destinadas a becas de formación y de investigación cofinanciadas por el
gobierno central escocés.
Centro logístico de amazon.uk en Dunfermline, en Escocia, de la FRA-3-Class.
El
proceso de expansión de las tiendas Amazon no deja de sorprender a propios y
extraños como no dejan de sorprender sus números en ventas (entre sus artículos
más vendidos, como comentábamos, está su producto estrella, el “Kindle e-Book”;
los analistas de Seattle esperan que estas navidades rompa con el record de
ventas estimado en cinco millones en dos meses) y su creciente número de
almacenes. Pero esta expansión logística y comercial, por contrapartida, le
hace incurrir en grandes costes estructurales y de financiación. En este
sentido este tipo de inversiones a largo, como los espacios físicos del gigante
americano, hizo que los beneficios globales cayeran en los trimestres segundo y
tercero del pasado ejercicio de 2011 en comparación con los referidos a 2010;
insistimos, debido a toda esta inversión. Sin embargo, es revelador que aún con
este pasivo los ingresos brutos en el tercer trimestre ( de 2011) aumentaran hasta
en un 44% hasta llegar a alcanzar el límite de los US $ 10.88bn (£ 6.9bn), tras
una subida en subida precedente del segundo del 51%; es, sin duda, la tasa más
alta de crecimiento para la enseña en una década. Crecer en este volumen de
facturación y en ese corto plazo cuando ya de hecho parece haberse alcanzado el
techo de producción y de objetivos de ventas es un logro asombroso. En
comparación con las ventas del trimestre segundo de "Asda", éstas sólo prosperaron un miserable 0,5% para el global de ese año.
La enseña de supermercados británica "Asda", perteneciente al "Wal Mart".
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