martes, 18 de diciembre de 2012

Inside Amazon (II): la vida logística del producto.


Vamos a dejar que trabajen otros. Hoy toca traducir el reportaje publicado el pasado año a primeros de noviembre por el diario y semanario británico "The Guardian". El rotativo londinense tuvo la oportunidad de adentrarse en la entrañas de amazon.uk, lo que nos vino oportunamente bien para comparar los procesos logísticos entre la sede logística hermana de los compañeros de ".uk" y las nuestras de ".de". Notamos algunas diferencias, pero básicamente los procesos eran muy similares.  


El más veterano de los centros logístico de "Amazon" en el Reino Unido: "Marston Gate".

Las cúpulas onduladas del almacén de amazon.uk situado en el “Marston  Gate Prologis Park” son visibles desde la “Autopista M1”. El vestíbulo de recepción es espartano, característica típicamente propia de la industria americana; y lo comparten como acceso tanto empleados como directivos; también este es el gran recibidor para proveedores y para las visitas. Las áreas de servicio se sitúan a la izquierda. Los nombres de algunas de las salas de descanso o reunión representan en un auténtico guiño a los orígenes literarios de “Amazon”: algunas salas de conferencias reciben nombres como “Keats” y “Chaucer”. Arturo Valdez, un entusiasta director de operaciones norteamericano de amazon.uk, nos recibe en nuestra visita por todo el almacén y apenas llegados pronto se pone a hablar: "El flujo de las cajas amarillas no indica, a grosso modo, que los productos están siendo recibidos en el muelle con una fuerte intensidad; los estamos desembalando lo más rápido posible para trasladarlos a algún lugar de la picktower (la parte del almacén donde se albergan los productos que serán destinados a los clientes, es decir, “la tienda”) y asignarles un protocolo stock on stand-by”. Este lenguaje encriptado deja entrever un proceso simple: los artículos se entregan desembalados a una zona del almacén donde se encuentran listos para ser recogidos, empaquetados o embalados de nuevo y remitidos a los clientes. La complejidad viene asociada a la enorme escala de rotación y la velocidad de reposición de las operaciones: algunos productos acaban de llegar y ya van camino al consumidor final.

Agente logístico despaletizador en el FRA3 de Bad Hersfeld. 


Embalaje logístico despaletizado (stock on stand by). 

Todo comienza cuando una parte del personal de la mayor librería del mundo, ataviados con chalecos reflectantes, camisetas y prendas informales tales como las deportivas, se encargan de llevar a cabo la manipulación y gestión de las mercancías que acceden por el patio de trasbordo. Una vez desembaladas éstas, sus artículos son introducidos en cajas amarillas (similares en tamaño y forma a las de las cajas de plástico que se suelen utilizar las tiendas de “Mercadona” para su servicio de entrega a domicilio). Éstas son conducidas y supervisadas a la vez por una línea de cincuenta y dos estaciones, como si la línea de cajas de un hipermercado se tratara, pero en sentido inverso, para la entrada de productos. A la finalización de este proceso una segunda línea de empleados, los “ubicadores” o “reponedores” reciben las cajas y se encargan de ubicarlos libremente sobre los estantes donde encuentran un hueco. “Amazon” asigna a la ubicación de sus artículos posiciones libres al azar en función de su volumetría. Dicho de otro modo, cada empleado puede abandonarlo en el primer lugar que le venga a mano siempre que le comunique al ordenador central a través de un terminal radiofrecuencia de lectura láser (escáner) el lugar de encuentro del producto que deposita. 

"Ubicadores" de amazon.uk albergando mercercancía en la tienda.  

No obstante para la contemplación de este proceder se deben respetar algunas normas; por ejemplo, los productos que compartan lugar dentro de una misma ubicación (la balda de una estantería, para ser más gráficos), contraviniendo toda lógica preconcebida, deben ser diferentes. Esto se hace deliberadamente: se colocan artículos junto a otros muy diferentes al objeto de minimizar el riesgo de que los pickers (el avatar del cliente en el almacén, el empleado que posteriormente coge por usted el producto que ha elegido on-line) seleccione un artículo incorrecto. Se puede dar el caso de seleccionar de las baldas o ubicaciones un producto equivocado por el mimetismo de las formas (por ejemplo, una misma novela, como “Un mundo sin fin”, de Follett, con la misma portada pero en diferentes idiomas, algo bastante frecuente en “Amazon” porque muchas de sus tiendas dan cobertura a mercados de países vecinos). Además, por cada ubicación no deben almacenarse, en principio, más de seis productos cualesquiera que sean en el mismo lugar. Incluso al final de un turno de ocho horas, tras haber caminado casi quince kilómetros buscando huecos y estar menos concentrado, este protocolo no debe distraerse. Este proceso garantiza que el riesgo de error se reduzca considerablemente y los procesos de la calidad y fiabilidad de entrega al cliente se afiancen. No obstante comentar que los artículos más vendidos y que poseen una mayor velocidad de rotación de producto (como los “Kindle”, las “Barbie” o los “Harry Potter”) son recogidos directamente de sus correspondientes paléts aposentados sobre los pasillos contiguos a la tienda (picktower).


Técnicos logísticos cogiendo directamente del palet artículos de 
alta rotación. Bajo estas líneas, una imagen de la tienda (picktower)


¿Pero qué ocurre si aún así el personal de reposición de tienda comete errores?. Bien, existen otros empleados que se hacen responsables de la inspección y cumplimiento del protocolo. “Amazon" asigna un equipo de inspectores, reubicadores o “desubicadores” de productos por cada área: éste es el personal que se dedica a supervisar los errores humanos y de posición,… Los “desubicadores” son, en definitiva, los responsables de extraer de las estanterías según las instrucciones de los jefes de equipos del sector de operaciones los productos incorrectamente implantados y reubicarlos en un nuevo emplazamiento, desestimarlos o devolverlos de nuevo a algún lugar del proceso. 


El terminal radiofrecuencia de la casa "Symbol", guía a una picker por 
el almacén.El conocido popularmente como "escáner", permite la comunicación 
remota entre miembros de un mismo equipo mediante sms internos.  


Al igual que los reponedores, los ubicadores y los inspectores, los pickers los responsable de localizar los producto requeridos por los clientes en la tienda (picktower) pueden llegar a registrar los quince kilómetros recorridos a lo largo del almacén introduciendo cuidadosamente en sus cajas (en esta ocasión, naranjas) el listado de productos remitidos por un listado de órdenes. Sus handheld scanners (escáneres de mano radiofrecuencia) les indican la ruta más rápida de acceso a los productos demandados por los pedidos. Los artículos rescatados de la picktower son llevados por los pickers a los packers (los empaquetadores propiamente dichos) y de este modo se cierra otro proceso más de la vida circular del producto, en este caso el de la tienda. Ya sólo queda la emisión de paquetería: los productos, una vez en manos de los packers, unas manos con guantes blancos de algodón que acaso les confiriera un aspecto remilgado, se encargan del aspecto final; no sólo llevan a cabo el embalaje, sino que comprueban la factura, si algunos de los productos se dañado en el ciclo de su vida logística hasta llegar a él, imprimen  felicitaciones o notas personalizadas por los clientes o envuelven en papel-regalo. Es el proceso más delicado y exigente. Sin embargo, este cometido lo suelen elaborar el personal de nueva incorporación o de carácter temporales…. ¿por qué entonces?. Valdez nos lo explica: "es el proceso más sencillo y rápido de asimilar. Cada trabajador de nueva incorporación debe ir absorbiendo cometidos de nivel antes de intentar pasar a una posición más estable y de mayor responsabilidad en la calidad logística y llegar a los niveles del stow department”. Los packers adhieren un código de barras a cada una de los paquetes o cajas recién embaladas, al tiempo que es leída por un scánner de superficie: este adhiere una etiqueta a continuación que indica la  dirección del destinatario del envío. Por último, antes de pasar a formar parte del contenido de los contenedores postales de la logísticas de reparto (todas las ciudades tienen su propio BIN), los paquetes son analizados kilográmicamente por una báscula de precisión. Este es el último control de calidad antes de salir del centro logístico. Si el contenido del paquete pesado no se corresponde con el sumatorio total del peso neto que corresponde a los productos de la orden del cliente, la cinta transportadora la desestima de la progresión de procesos, la retira, se inspecciona, se comprueba de nuevo y se investiga en qué momento del proceso ha surgido la incidencia.

“Todo- nos dice Valdez en relación a cómo maneja Amazon los procesos en relación a una alta demanda y cómo los empleados se entregan a cumplir los plazos para alcanzar los objetivos de calidad a sus clientes- gira en torno a una determinación casi patológica con tal de lograr con garantías y remitir los productos a los consumidores tan pronto como sea posible, sin errores”. En esto Amazon, con todo su potencial, destaca sobre otros servicios de la competencia. Su servicio de call-center es también de los más valorados cuando los clientes sufren incidencias. Pero, ¿qué es lo que pasa cuando lo que falla en el proceso de producción son los seres humanos?. El trabajo de base de en un almacén moderno como el de Amazon se asemeja a los procesos de  recolección de fruta en la era moderna. Marston Gate emplea a 600 personas a tiempo completo, pero su personal se eleva a 2.000 para el pico de la temporada navideña (poco en relación a , que comienza ahora. Muchos trabajadores temporales deben cometer errores; algunos trabajadores eventuales robaran al no temer por su puesto. Cuando yo era estudiante, trabajé en un almacén donde los recolectores deliberadamente dañaban artículos aspiracionales a sabiendas que más tarde aparecerían junto con otros productos desestimados para la venta exclusiva del personal de la tienda con un descuento de hasta el 90%. Al no disponer Amazon de economato (sí de un descueste de 10% hasta un límite de facturación anual de 1000 euros), esta incidencia de pérdida desconocida o fondo perdido la estrecha tiene una tienda de personal, aunque ofrece unos pocos equipos para los empleados lo suficientemente locos como ir de compras de internet durante el descando de personal donde tienes salas de ordenadores.
Valdez explica que los procesos de producción están diseñados de tal modo “que el almacén pueda ser capaz de sostener la curva de aprendizaje de la mano de obra temporal en el corto plazo”. Y continua “esto es especialmente es muy importante para nosotros en la temporada alta". De acuerdo pero ¿qué pasa con los robos? "Tenemos gente que lo intenta y lo controlamos", dice Valdez. Parece inquietante cuando asegura que lo que él llama “el sistema" controla cada movimiento de los productos que se escanean en cada uno de los equipos de escaneo de cada una de las fases por las que los artículos pasan: el registro informacional sabe quién toca qué y en qué momento. Aún así la gente todavía emplea artimañas. "Sucede, como en cualquier otro lugar, está claro”-señala Valdez- “pero volcamos muchos esfuerzos por controlar nuestros bienes internos y la de nuestros proveedores a través de un equipo de prevención de pérdidas", dice Valdez. “Además existen registros aleatorios a la salida de cada turno en recepción. Lo normal en cualquier gran almacén”


domingo, 16 de diciembre de 2012

Inside Amazon: todo listo para la Navidad.

La enseña de distribución on-line erigida por Jeff Bezos en el garaje de su domicilio en Seattle en 1994, no sólo amenaza con conquistar el mundo sino que ya ha transformado de hecho la forma en que cada uno de nosotros consumimos. El proceso de expansión de las tiendas "Amazon" no deja de sorprender a propios y extraños como no dejan de sorprender sus números en ventas y su creciente número de almacenes.





Como si se tratara de la moderna gruta de Santa Claus, el gigantesco almacén de “Amazon” cerca de Milton Keynes se encuentra perfectamente preparado para afrontar la Navidad; tras ella, su eléctrica e intensa actividad pasará de largo. Mientras tanto, guardados en estantes de metal en un inmenso hangar de 500.000 pies cuadrados (46.451 metros cuadrados) podemos encontrar todo tipo de regalos: “Zumba Fitness Wii”, la “parrillera de George Foreman”, el “Call of Duty: Modern Warfare 3”, la trituradora de la marca “Aurora”, un monográfico anual sobre de ciencia-ficción y, por supuesto, las pilas de cajas amontonas de kindles. El reproductor electrónico de libros e e-book reader de marca propia y producto estrella de la enseña norteamericana de distribución ya estuvo entre las compras más demandadas de la última Navidad y lo será de nuevo en ésta. Despojado de las habituales técnicas ambientales de los grandes almacenes- iluminación tenue, hilo musical y las cartelería de plasma-, la amplia gama de productos albergados para el consumo navideño en “Amazon.uk”  bien podría asemejarse a una enorme mudanza.


Pedidos con el mismo destino en espera de logística courier.

A pesar que las grandes avenidas con sus tiendas iluminadas y los pocos frecuentados centros comerciales pueden dar la sensación de que el consumo está bajo mínimos, el mayor distribuidor on-line del mundo están desde la quincena pasada más atareado que nunca en las islas británicas. Centrándonos en uno de los muchos almacenes que está levantando la compañía de Seattle - el más grande de Europa se inauguró en Escocia el mes pasado - su centro logístico de “Marston Gate Prologis Park”, aunque aparentemente tranquilo, parece estar funcionando sin problemas a un ritmo frenético. La incesante labor de las cintas transportadoras desplazando paquetería y cajas hacia la logística de reparto delata hasta qué punto amazon.uk está vendiendo sin descanso. El segundo “Viernes Negro” (algo así como un día de rebajas en productos de electrobazar donde se liquida todo el stock existente en noviembre para dar cabida en los almacenes a los nuevos productos de temporada) programado por el detallista virtual por segundo año consecutivo, en esencia, está rompiendo su techo de ventas en las semanas previas a la Navidad. El murmullo incesante de las carrileras confirma cómo los pedidos son despachados en este enorme edificio. Para hacernos una idea, sólo en su día de mayor actividad -para el caso del pasado años de 2010 nos referimos al 6 de diciembre, conocido como “CyberMonday” (algo así como el viernes negro de las tiendas on-line), amazon.uk recibió tres millones doscientas mil órdenes de pedido.



Juguetería de los grandes almacenes Harrods de Londres, en el distrito 
de Knightsbridge. Amazon constituye ya su competencia directa.




La enseña de distribución on-line erigida por Jeff Bezos en el garaje de su domicilio en Seattle en 1994, no sólo amenaza con conquistar el mundo sino que ya ha transformado de hecho la forma en que cada uno de nosotros consumimos. Esto es evidente si atendemos a las aperturas de los últimos diecisiete centros logísticos de la compañía diseminados por todo occidente durante la última década, donde encontramos dos almacenes uno de ellos con un total de 950.000 metros cuadrados en Alemania; en Gran Bretaña, uno de 700.000 pies cuadrados (65.032 metros cuadrados inaugurado en Rugeley, Staffordshire; durante este otoño se ha generado mil nuevos puestos de trabajo en la sede de la companía en Slough y otro almacén se abrirá el próximo año cercano al punto neurálgico de Mammoth. El más espectacular y modernos de todos, el nuevo centro logístico de Dunfermline, en Escocia, con un millón de metros cuadrados fue inaugurado por Alex Salmond el mes pasado con una creación neta de setecientos cincuenta nuevos puestos de trabajo permanentes y hasta mil quinientos empleos temporales como cifra bruta. Salmond también inauguró su nuevo “Amazon CRM-CallCenter” destinado a los clientes británicos en Edimburgo, con un promedio estimado de empleo de novecientos puestos de trabajo en cinco años vista. Este “líder en el mundo minorista en línea”, como lo expresó Salmond, está recibiendo el apoyo administrativo mediante ayudas y subvenciones de los contribuyentes: € 6,3 será transferidos para el parque logístico de Dunfermline en concepto de ayudas para empresas y tres almacenes auxiliares escoceses de Amazon también están recibiendo subvenciones a la producción por valor de más de cuatro millones de libras que además irán destinadas a becas de formación y de investigación cofinanciadas por el gobierno central escocés.


Centro logístico de amazon.uk en Dunfermline, en Escocia, de la FRA-3-Class.

El proceso de expansión de las tiendas Amazon no deja de sorprender a propios y extraños como no dejan de sorprender sus números en ventas (entre sus artículos más vendidos, como comentábamos, está su producto estrella, el “Kindle e-Book”; los analistas de Seattle esperan que estas navidades rompa con el record de ventas estimado en cinco millones en dos meses) y su creciente número de almacenes. Pero esta expansión logística y comercial, por contrapartida, le hace incurrir en grandes costes estructurales y de financiación. En este sentido este tipo de inversiones a largo, como los espacios físicos del gigante americano, hizo que los beneficios globales cayeran en los trimestres segundo y tercero del pasado ejercicio de 2011 en comparación con los referidos a 2010; insistimos, debido a toda esta inversión. Sin embargo, es revelador que aún con este pasivo los ingresos brutos en el tercer trimestre ( de 2011) aumentaran hasta en un 44% hasta llegar a alcanzar el límite de los US $ 10.88bn (£ 6.9bn), tras una subida en subida precedente del segundo del 51%; es, sin duda, la tasa más alta de crecimiento para la enseña en una década. Crecer en este volumen de facturación y en ese corto plazo cuando ya de hecho parece haberse alcanzado el techo de producción y de objetivos de ventas es un logro asombroso. En comparación con las ventas del trimestre segundo de "Asda", éstas sólo prosperaron un miserable 0,5% para el global de ese año.


La enseña de supermercados británica "Asda", perteneciente al "Wal Mart". 

sábado, 15 de diciembre de 2012

Llamando a las puertas de La Habana.


El comercio siempre ha constituido la antesala de la libertad dentro de las constantes del análisis histórico. Una vez abierta su senda, libertad de comunicación y libertad de transacciones son dos conceptos que se desarrollan paralelamente. Y Cuba cada vez está más cerca de seguir abriendo el mercado. 
Victor G. Pulido para "LinealCero". En Mérida, a viernes día 14 de diciembre de 2012.



A  Joani Sánchez (no te rindas).


Teléfono fabricado en la URSS, aún en funcionamiento en el ICAIC. Foto 2012.


El MIC en Cuba (esto es, el “Ministerio de la Informática y las Comunicaciones”) ha venido considerando a lo largo de estos últimos meses una reducción de las tarifas de telefonía móvil que incluye, entre otras, la eliminación del cobro por escucha, esto es, por recepción de llamada. Aunque parezca inaudito, en la isla que se asemeja a un caimán dormido, el que recibe también paga. Tan inaudito como lo que nos sucede a los europeos comunitarios cuando salimos de nuestras fronteras nacionales hacia un país hermano, incluso aunque nos atienda el mismo operador (por ejemplo, “Vodafone” para Portugal u “Orange” para Francia). Esto es algo que intenta solucionar la Comisión Europea. Pues bien, volviendo a Cuba el borrador de las resoluciones R11/2012 y R12/2012 para La Isla de este organismo estableció al menos una reducción de los costes finales en sms´s y mms’s de un 44% para el cliente final. Estos borradores se fueron perfilando a  lo largo de 2001 y las resoluciones fueron adelantadas por el portal cubadebate.cu el pasado invierno antes de su publicación en la “Gaceta Oficial” (lo que aquí es nuestro B.O.E.). Y aquí es donde por fin se confirmó que para el caso de las llamadas convencionales de móvil a móvil la cosa se quedaría en un sustancial 25% de recorte tarifario; al que igual sucede para la modalidad de “cobro revertido”, aunque este servicio no se contemplará para España por desacuerdos meramente comerciales. 

Muchos cubanos disponían de móvil, pero salía 
más barato para todos llamar desde cabinas. 

De acuerdo con todo lo dicho y, al margen de alguna que otra medida más, la “Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, S.A” estableció desde la pasada primavera la adecuación de estos costes para sus clientes siempre que se ajustaran al pago con pesos cubanos convertibles. Se entiende que con esta medida aplicada, según estimaciones siempre oficiales, el tráfico incrementado de llamadas y horas de conversación móvil aumentará entre la misma población cubana y con su diáspora alrededor de un 30%. Esto implica un salto cuantitativo (¿¡acaso no cualitativo!?) para los usuarios de cerca de un millón trescientas mil líneas de telefonía móvil registradas en la República a día de hoy según ETECSA. En los primeros meses de 2009, una vez levantada la prohibición y con el boom, no alcanzaban ni tan de cerca el medio millón (también es cierto que no existía una estructura de la oferta que cubriera toda la demanda, no había tantos aparatos y la oferta se mostraba muy rígida); en la actualidad, ya superan a las demarcaciones fijas para una población censal de 2,2 millones de habitantes. Más de la mitad de los cubanos ya tienen su propio terminal. Y seguramente gracias a esta reformulación de costes al consumidor final veremos cómo la extensión de su uso se amplía a otros grupos objetivos y para el verano se llegue al millón y medio de aparatos en los bolsillos. 

Habanero atendiendo a su terminal en mitad de una calle. 

No es de extrañar tanto fervor nacional de acogida en tan breve tiempo. El apego al móvil se ha manifestado como una de las necesidades apremiantes de los cubanos ante la escasez de infraestructuras de telecomunicación fijas en su territorio, ciertamente obsoletas. Por el contrario, una tecnología menos intensiva en implantación técnica y de inversión como la celular ha dado lugar a un acceso más universal a este bien entre los isleños. Esta tecnología no ha sido un "regalo de la revolución al pueblo", se imponía ante la sociedad isleña como necesidad objetiva y asumible en términos de viabilidad. Para el escollo que argüía el gobierno al objeto de retrasar la consolidación de la comunicación móvil en Cuba en base a la dificultad de adquisición para la familia media de un terminal, se ha demostrado posteriormente que ésta no ha sido tan traumática: cada cual se lo ha agenciado según ha podido o según sus medios y contactos tanto dentro como fuera de la isla. De tal modo que dada la consolidación del soporte inalámbrico y su popularidad, el gobierno de la isla no ha tenido más remedio que someterse una vez más y meses más tardes a las nuevas preferencias de consumo del pueblo: una demanda de servicios cada vez mayor ha doblegado a las autoridades; sin más legitimidad que la funcional a éstas no le ha quedado otra opción que tener que equilibrar las tarifas en correlación inversa a su volumen de tráfico. El elevado coste ya no puede intuirse como una barrera más a la comunicación social. Una vez más, el precario mercado de Cuba, esta vez de comunicaciones, se ha convertido en la avanzadilla de sus deseos subrepticios de reforma orgánica, lo que teniendo en cuenta sus famélicas condiciones no deja de sorprender dada una economía de subsistencia.

Sorprendentemente, los smartphones de moda en Cuba.

Las telecomunicaciones dentro de un ámbito privado y empresarial son el hilo conductor del desarrollo y transmisor y caldo de cultivo de ideas en toda su amplitud ecosistémica: sociales, culturales, económicas, ideológicas,…. Lo hemos querido adivinar de algún modo en la Primavera Árabe. Pero aún así y quizás por ello, muchos países intervienen o dificultan las comunicaciones con la insana intención de contención ideológica. Colosos como “Google”, “FaceBook” e “e-Bay” e incluso “Amazon.com” tienen la lista negra de muchos de ellos. La consigna oficial omitida de los países reticentes a sus élites de dirección es la de “no dejarse contaminar”. Las autoridades cubanas, sin embargo, quieren desmarcarse de estas listas, de éstos informales índices de la desdemocratización que implican cerrar el paso a los portales de comunicación y comercio y poco a poco administran pequeñas píldoras de libertad. Aún queda mucho camino por andar. No se debe olvidar que muchos “blogeros” cubanos, la gran mayoría residentes-disidentes en la isla (el periodista debe estar donde está la noticia) cuentan a la blogsfera cómo se la apañan, qué tienen que hacer para remitir un post a la red. En el mayor de los casos capturan partes del texto mecanografiado o manuscrito mediante fotos tomadas desde la cámara de sus teléfonos móviles en sus casas y los redireccionan como MMS a familiares o asociaciones de refugiados a La Florida; allí, en la orilla americana, se encargan de juntar las piezas del puzzle de imágenes, transcribirlos y colgarlos al mundo. 

En Cuba ya puedes adquirir tu vivienda. Si las condiciones oficiales se te dan. 
Lo del fútbol en el "Cine Yara" es cuestión  de esperar largas horas de colas.



La fluidez social de las comunicaciones civiles en Cuba sea acaso el reflejo de la batalla soterrada que mantiene una oligarquía autoritaria contra el tiempo, a lo largo del tiempo y a destiempo de su propio progreso. Y contra la historia futura de su propio país. Afortunadamente ese mismo tiempo ha demostrado que Cuba ha terminado por rendirse al paso de las décadas a todas las idolatrías occidentales que demonizó a lo largo del último medio siglo transcurrido: el dólar, la vivienda en propiedad, el british pop, el celuloide americano y el fútbol de corte europeo. Y es que no es ningún secreto que nuestra antigua colonia está virtualmente dolarizada; existe hoy además un incipiente mercado “liberalizado” de compra-venta de casas, eso sí, aunque algo intervenido por el establisment y a pesar de todo John Lennon disfruta de su estatua, sentada sobre un banco, en la misma capital antillana; a ello habría que añadir que el fútbol empezó a exhibirse gracias a tecnología aportada por el Estado en algunas vetustas salas de cine (ante la falta de un receptor de T.V. en muchas hogares cubanos) desde el pasado Mundial de 2010 en Sudáfrica; y que no cabe duda a los ojos de la calle que los DVD´s pirateados del star system hollywoodiense entran, se mercadean y circulan por La Isla de familiar en familiar y de amigo a amigo directamente remitidos desde las playas de la “Pequeña Habana” de Miami o descargas desde algún servidor en la penumbra. Con la telefonía móvil está pasando lo mismo.

Estatua de John Lennon en el parque habanero que 
lleva su nombre, a sólo seis manzanas del malecón.
Cuba empieza a adivinar que un país puede estar fuertemente centralizado en lo político, pero no necesariamente en lo social. También conoce de sobra que su economía difiere hoy en poco a lo que los más viejos recuerdan que fue: una economía centralizada. Pero toda economía y política centralizada en el tiempo no tiene que implicar una centralización cultural. Esta silenciosa centrifugación de los comportamientos sociales, culturales y de consumo están llamando a las puertas de La Habana (es una revolución que empuja por ver la luz dentro de la revolución postergada), están manifestándose de forma tímida aunque notoria en los comportamientos de consumo y de mercado, tanto formales como informales. El comercio siempre ha constituido la antesala de la libertad dentro de las constantes de la hermenéutica histórica. Y Cuba cada vez está más cerca de alcanzarla por el camino del consumo y el mercado. En sentencia del historiador Luis Enrique Otero, "el arraigo del comunismo en los pueblos sometidos a su influencia demostró ser menos profundo de lo que se esperaba. Cuando los partidos únicos se quedaron sin respuesta ante la nueva situación, empezó a ser evidente que su dogmática ideología estaba destinada a mantener la fe ciega de las vanguardias minoritarias, pero que la adhesión de las masas no dependía de sus convicciones, sino de sus necesidades cotidianas". Seguramente estemos hablando de la necesidad de un teléfono móvil. 

martes, 11 de diciembre de 2012

"Apple" causa furor en La Habana.



Agradecemos a Joani que nos visite de nuevo como firma invitada del mes y que nos permita reproducir unos de sus posts importado desde su weblog “Generación Y”, como ya hicimos el pasado mes de febrero: una vez más nos habla de las tendencias del mercado en Cuba. En esta ocasión hace referencia a la telefonía móvil smartphone y cómo los cubanos la viven como una más de las transformaciones sociales a las que el régimen de la isla parece oponerse. Sánchez nos regala una vez más al mundo un pedacito de la realidad cubana del siglo XXI.

Joani Sánchez, en "Generación Y". La Habana, noviembre de 2012.





El cartel es colorido, bien diseñado y anuncia reparación de teléfonos móviles, especialmente de i-Phones. Afuera, una fila de personas aguarda con su juguete preferido entre las manos. Son los fans de “Apple” en La Habana, los “maqueros” que tienen uno de esos extraordinarios smartphones. Están desde los que logran comprárselo en mercado informal gracias a alguna entrada en pesos convertibles, hasta otros que lo han recibido de un pariente o amigo radicado en el extranjero. El desvío de recursos del estado y los negocios éticamente reprobables también proveen de recursos a muchos de estos adoradores de las nuevas tecnologías. Para los que no cuentan con ninguna entrada económica adicional al salario ni con un pariente emigrado, siempre es posible pagar menos por una imitación “made in China” de los ingenios de Steve Jobs.



Carcasa i-Phone con iconoxerografía cubana.

Aunque en Cuba la compañía “Apple” no cuenta con tiendas –tampoco ninguna otra empresa norteamericana- está entre las marcas más apetecidas en el extendido comercio ilegal. En un país donde cada día se hacen más visibles las diferencias sociales, el teléfono celular y el ordenador se erigen como los más preciados símbolos de status. Entre la población circulan todos los tipos de móviles.  El codiciado Samsung Galaxy S3 ya puede comprarse en la mayor de las Antillas a través de sitios web de clasificados como revolico.com. Los HTC’s causan sensación y las Blackberry, de diminuto teclado, tienen su público apasionado. Pero los productos con el logo de la manzana mordida son los mejor evaluados entre los jóvenes menores de 25 años. iPhones de todas las generaciones pueden verse en los sitios más inusitados. En un ómnibus repleto, donde viaja la gente más humilde, de pronto suena un ring ring y ahí está la estilizada creación del emprendedor californiano. Una mezcla de carencia y sofisticación, de atraso y modernidad, compone nuestro día a día.




Una de las principales tiendas oficiales de adquisición de móviles del teleoperador 
ETECSA, de copropiedad estatal, localizada en el centro de La Habana.

“Apple” va tardar algún tiempo en poder abrir uno de sus establecimientos en la capital habanera. Las restricciones del embargo norteamericano implementado desde 1962 se lo impiden. Pero al gobierno cubano tampoco le haría ninguna gracia dejar entrar en su monopólico –y raquítico- mercado de ordenadores y tecnología a un competidor tan poderoso. A mediados de 2008, cuando las tímidas reformas de Raúl Castro autorizaron a los nacionales a comprar equipos de informática, sus precios estaban pensados para un mercado cautivo, sin otras opciones. En los primeros meses después del anuncio, podían encontrarse en las tiendas laptops con un precio que no bajaba de los 2000 euros; y un PC sin monitor rondaba los 900 euros. Eso, en un país donde el salario medio mensual no supera los 20 euros. ¿Se imaginan como ponían en blanco los ojos los potenciales compradores al ver tal exceso? A pesar de tan descabellados números, los productos se vendían –pues no había otra oferta legal- y actualmente es raro hallar una tienda donde todavía queden ordenadores en oferta. Sólo siguen en exhibición algunos chasis ya pasados de moda, con unos pocos periféricos al estilo del mouse o el teclado. No continuó el abastecimiento de material informático, quizás porque sólo se buscaba armar el gran revuelo anunciando la flexibilización  y, después de aquellos sonados titulares en los periódicos, el gobierno perdió el interés en que nos siguiéramos informatizando. De manera que el grueso de la compra y venta de tecnología se sigue moviendo en las sombras de la ilegalidad.


Lo sorprendente es que los técnicos locales hacen prácticamente cualquier cosa con los productos de “Appel”. Instalar aplicaciones, desbloquear estos móviles para que funcionen con la compañía cubana, cambio de piezas internas, jailbreak y untethered para todos los gustos y necesidades. Se implementan soluciones muy inteligentes para paliar el gran obstáculo de no tener acceso a Internet desde estos artilugios de pantalla táctil. Así que, a falta de conectividad, abundan las herramientas y los programas que funcionan offline. Por un precio que oscila entre 4 y 9 euros, cualquier cliente pude salir de uno de esos “centros privados de reparación telefónica” con verdaderas maravillas.


Caricatura de Castro tratando de liberar un dispositivo "Appel".

Por ejemplo, es muy popular una versión completa de la Wikipedia en español que queda instalada en la memoria del dispositivo, a elegir con imágenes o sin imágenes en los artículos. También muy demandados son los mapas de La Habana y de toda Cuba, calle por calle, detalle por detalle que también se incorporan al smartphone. En alguno de estos dispositivos es posible activar la localización, que no funciona vía satelital sino a través de la triangulación de las antenas terrestres. Con lo cual, los sagaces usuarios logran auto ubicarse en un mapa y hasta ver como la “bolita azul” avanza entre las cuadrículas de las calles en la medida en que se mueven ellos. Especial pasión genera una aplicación pirata que incluye la base de datos de la compañía telefónica ETECSA, con la cual se puede determinar el nombre del propietario del teléfono de cualquier llamada entrante, la dirección donde vive y ¡horror! hasta su número de carnet de identidad. Nada, que a la hora de ponernos ingeniosos, los cubanos siempre nos pasamos un poco.


En algunos portales de edificios del distrito central de La Habana se encuentran los puntos de venta de accesorios para las criaturas de “Apple”. Fundas de silicona, audífonos para manos libres, cargadores eléctricos que se conectan al enchufe del auto, películas de acetato para cubrir el cristal y evitar las ralladuras. Un mercado floreciente de todo tipo de periféricos que giran alrededor de los teléfonos inteligentes. Pero lo que más sorprende es que éste exista en un país donde nada de eso se comercializa en las tiendas oficiales.


¡¡Pobre Cuba!!: tan lejos de Jobs y tan cerca del Régimen de Castro. 

En fin, que para cuando “Apple” aterrice realmente en La Habana encontrará una comunidad de seguidores que ni imagina que tiene en la mayor de las Antillas. También se asombrará de las dimensiones del mercado informal que se mueve alrededor de la reventa de sus aplicaciones y de las “incursiones” osadas que se hacen en el interior de los circuitos de sus iPhones y iPads. Para cuando llegue la empresa fundada por Steve Jobs –si es que llega- ya habremos mordido la manzana por todos lados. No la habremos tragado, deglutido e incorporado a nuestras vidas. Por el momento, ¡buen provecho!



La élite que se vanagloria de lo que se a su pueblo le niega.
por Víctor G. Pulido.


Las contradicciones del régimen cubano no tienen parangón y prueba de ello es que los cambios sociales y tecnológicos que están teniendo lugar en los países próximos a su órbita geopolítica e ideológica están apostando por la batalla tecnológica e informacional. El hoy también enfermo de cáncer, el presidente venezolano Hugo Chávez no quiso dejar la oportunidad de recordárselo a su homólogo cubano y “hermano de sangre”  cuando le visitó hace varios años con motivo de su convalecencia y le trajo consigo, para animarle, un i-Phone 3G auténtico de la compañía “Appel”. Bien pareciera que le hubiera metido en su cama de senectud al mismísimo demonio americano, pero en contra de este parecer, el viejo dictador agradeció el presente de poder disfrutar de internet desde su lecho de descanso recordándole por entonces al caraqueño que no disponían de tecnología civil para el pleno disfrute del dispositivo de Jobs. Mientras Castro le transmitía la idea de que en su país no hay libertades plenas, su Hermano Raúl y el jefe de estado bolivariano le hacía entender que ese era justo el momento, que las compañías venezolanas podrían llevar a cabo esa implantación tecnológica en la isla y que a cuenta de ello se podrían beneficiar financieramente las oligarquías de ambos países. Mientras Fidel disfrutaba de “dedosear” el “display” con cobertura 3G militar de su seguridad, la oligarquía aprovecha el ocaso del mito político para repartirse el pastel empresarial privado al estilo "ex perestroiko" y enterrar junto con el dictador una parte de la gloriosa o triste historia de Cuba. Pero mientras tanto, hasta que transcurrió todo eso, mientras los líderes disfrutaban de la primera generación de  smartphones los isleños apenas podía disfrutar de una tecnología más allá del sms.    


domingo, 9 de diciembre de 2012

Ubicación Inteligente III: ¿Logística ascendente?.



En las pasadas entradas hemos venido tratando el concepto de recepción inteligente de mercancías y cómo gestionarla, cada uno, según la percibe. En el presente post unimos nuestros esfuerzos en un para tratar conjuntamente una cuestión logística para nosotros: la logística ascendente y sus inconvenientes. 

Víctor G. Pulido y Saúl Fdez. Suárez. Girona, puente de la Constitución de 2012. 





Quedan muy bonitos el día de la inauguración de la gran tienda o gran almacén. Los directivos  los muestran resplandecientes a las autoridades locales, a los medios congregados y a los proveedores invitados. Al igual que de otros equipamientos tecnológicos, versan los jefes elocuentemente sobre su tecnología, sobre sus niveles de utilidad y seguridad y sobre los grandes costes y esfuerzos que ahorraran a los procesos y a los trabajadores. El personal, pulcramente engalanado para la ocasión con los uniformes corporativos, les dirigen una mirada amable de orgullo mientras los exhiben. Pero nadie tardará en darse cuenta días más tarde que un conjunto de montacargas diseñados para poder desplazar la mercancía de una planta a otra por niveles de altura, lo que ahora llaman logística por ascensión, no es más un cúmulo de inconvenientes que de ventajas para los desarrollos internos. 


Nos dimos cuenta de ello una vez puestos en marcha los test de circulación de mercaderías para los hipermercados de “E.Leclerc” en las localidades de Trujillo y Almendralejo. Pues bien, pudimos comprobar que a cada descarga de mercancías, una vez chequeadas tras su ingreso, los palés se amontonaban frente a las plataformas elevadoras a la espera de poder acceder a la planta comercial. Así, las retenciones se volvían intensas en el tiempo porque la carga en stand-by se solapaba en el espacio con el tráfico de las actividades de reposición propias de la sala de ventas o de la logística inversa. Así los auxiliares de almacén y reposición se entorpecían unos a otros durante la espera y las maniobras se alargaban más allá del límite de su horario, el de apertura al público. Y así en algunas ocasiones discutían entre ellos. Y en tanto en cuanto pasó aquello se tomó conciencia por parte de los empleados de que los montacargas eran un recurso escaso por el que convenía competir por secciones más que colaborar como tienda. Dejarse las compuertas abiertas de estos elevadores accidentalmente por la desorganización a que daban lugar o premeditadamente por la ventaja que proporcionaba bloquear su uso se volvió una práctica habitual; y qué decir cuando uno o varios de ellos se averiaban: el caos y los conflictos se multiplicaban repercutiendo en el correcto funcionamiento de la tienda. De este modo llegamos a la conclusión de que los ascensores para mercancías y la logística por ascensión constituían una auténtica barrera social y arquitectónica. 



Tienda del grupo galo de distribución minorista "E. Leclerc", en Almendralejo.

No obstante los directivos de la enseña gala ya decidieron recuperar para su nuevo diseño de plantas para sus proyectadas tiendas en Extremadura el antiguo concepto arquitectónico-funcional de “bodega”. En este concepto, inevitablemente asociado con el de logística ascendente, viene a entenderse que la tienda descansa sobre el propio almacén. El almacén y el área de recepción de mercancías es lo que viene a ser el sótano, la bodega, segmentada este área del núcleo de operaciones, esto es, la sala de ventas. La sala por tanto recibe los productos de reposición por ascensión mecánica desde la bodega. Pero no viene a ser lo adecuado para una logística eficiente. Salvar una planta no es lo mismo que salvar una distancia relativa a su altura en superficie. De ello también nos pudimos percatar en nuestra visita a Eroski-Elorrio.

No somos partidarios de las tiendas o almacenes multinivel, ni de las plataformas de carga elevadoras. Sobre todo si estas apenas pueden acoger dos palés. Los montacargas son un engorro, un freno a la logística indoor. No son una herramienta mecanotecnológica, suponen sino una disfunción en la circulación de productos hacia el lineal y desvertebran la dinámica de la tienda. Es por eso que la evolución de las grandes tiendas en Francia evolucionó desde los grandes almacenes hacia las grandes superficies, puesto que no responde a su naturaleza que lo que tiende a ser desplazado de modo horizontal tenga que hacerse verticalmente. Por contra tampoco parece responder a ningún patrón de optimización logística. Lo saben perfectamente los técnicos de logística indoor de uno de los más complejos almacenes del mundo: sorprendentemente, cualquiera de los portaviones de la Clase Nimitz de la Marina norteamericana. En el USS George Washington el más mínimo desplazamiento de una carga convive con toda una serie de factores en su contra, principalmente el de la circulación rodada sobre superficie. La mayor parte del espacio interior de estos inmensos voluminosos buques de guerra está destinado a los aviones de combate, los talleres-hangares y sus salas de repuestos; los misiles de crucero, la seguridad indoor, la ingeniería de propulsión y timón y el generador nuclear. No queda espacio, no lo hay, para la circulación de operaciones de logística de aprovisionamiento y la reposición ascendente se impone como un sacrificio castrense más para un navío de guerra con seis mil tripulantes a bordo (es un auténtico espectáculo verlos desembarcar en Tarragona camino de "Port Aventura"). En palabras de sus especialistas, “la intralogística ascendente de un Nimitz es un contrasentido de la logística: es una contralogística; empleamos ascendente porque no nos queda otra, pero no es eficiente”. Esto es igual de válido para cualquier otro formato de contendores que no sea un portaviones en tanto en cuanto las leyes de la logística son universales como ciencia propia. Evitar plantas superpuestas de albergación de aprovisionamiento para las cosas es uno de sus principales fundamentos. 


A bordo de un Nimitz, el "USS Ronald Reagan" (CNV-76). La 
logística de carga y reposición es ardua y los almacenes pequeños. 


Cualquier hueco es bueno y la mercancía convive 
con la logística ascendente de los hangares.  

A pesar de ello, por supuesto que en muchos centros logísticos o grandes tiendas existe una planta superior o pisos suplementarios donde se concentran las llamadas “zonas nobles” (despachos, salas de reuniones, guardería, control de tráfico y videoseguridad, comedores y vestuarios) y “la tienda” propiamente dicha (picktower area para el e-commerce). Es el caso concreto de uno de los centros logísticos de “Amazon” en Alemania, el FRA3 de Bad Hersfeld, donde el staff quedó completamente desligado de su área logística desde sus primeros bocetos. De tal modo que el inmenso FRA3 fue diseñado bajo el concienzudo supuesto de planta única operacional para facilitar la circulación de las mercancías recibidas, promover el desplazamiento eficiente y evitar la logística ascendente. De hecho la existencia de unos pocos montacargas se antoja más bien anecdótica y no solían emplearse hasta hace bien poco. Pero a medida que el FRA3 de “Amazon.de” ha visto incrementado su actividad en función de ir absorbiendo mercados periféricos donde aún la enseña no ha madurado su presencia logística (como el caso de Holanda, Austria o España) para atender su stock de seguridad, el núcleo operativo de recepción se ha visto forzada a traicionar su concepto y elevar plataformas complementarias sobre la planta única al objeto de incrementar su capacidad de almacenaje. Ni que decir tiene que con estas plataformas de albergación suplementarias llegaron consustanciales los montacargas. Y de nuevo las retenciones frente a sus compuertas, las esperas y la rivalidad por su uso. Afortunadamente, “Amazon.com” exige un alto grado de camaradería a sus empleados (casi por encima de su compromiso profesional) y esta ocasión fue la idónea para disfrutar de la cordialidad. Simplemente se interpretaba como una disfunción operacional propia de la sobrecarga de procesos, nada más.


"Amazon Logistik, GmbH" apostó en su flamante almacén
 FRA3 por un diseño de planta única operacional.      


“Lindinger”, uno de los mayores retailer de piezas y acabados de aeromodelismo, y su socio tecnologístico “SII Schäfer” se dieron cuenta que, en un almacén, más tecnología no significaba invariablemente mejores resultados y apostaron para su diseño de planta logística en Inzersdorf bei Kirchdorf por una estrategia totalmente horizontal y abierta, tanto en lo físico como en lo administrativo. Se olvidaron de los muros, de los departamentos y de las plantas modulares y montacargas apostaron por fusionar todo en un mismo espacio. Un espacio totalmente acristalado que reflejara la transparencia de los procesos. Abrazando prácticas casi toyotistas, el distribuidor austriaco eliminó el papel, adoptó un organigrama plano y desdibujó en favor de una interacción fluida de procesos las dependencias “nobles” y “obreras”.




Tienda-almacén de "Lindinger" en Austria.  Los espacios se 
fusionan y coexisten: el nuevo concepto de almacén horizontal.


Muchos directivos de expansión del retail y de grupos mayoristas, así como sus jefes de tráfico indoor y los estudios de arquitectura industrial que diseñan los pequeños almacenes de recepción o las grandes plataformas aseguran que en la optimización del espacio se encuentra la consonancia con del empleo de infraestructuras y procesos de logísticas ascendentes. Cuando mayor sea el número de plantas de un almacén, mayor será la optimización de su superficie raíz y menor el coste de su adquisición por metros cuadrados. Pero siendo esto observable para grandes almacenes tipo “El Corte Inglés”, situados en los centros poblacionales, esto choca especialmente en lo que se refiere a los hipermercados, con el diseño estratégico de sus compras basada en un orden de admisión de mercancías por sistema pull de demanda. Si todo lo que nos trae la logística de carretera va directo a la tienda sin pasar por la densidad urbana, no necesitamos grandes ni pequeños almacenes en las tiendas. O peor, pequeños con varias alturas que impliquen el uso de montacargas. Tampoco extensos patios de trasbordo al estilo “E. Leclerc” con capacidad para dar cabida simultánea a quince camiones-trailers para tiendas con una capacidad media de entre tres mil quinientos y cuatro mil metros cuadrados de sala de ventas. Existe una desproporción espacial entre ambos conceptos yuxtapuestos, nos queda claro. Con un diseño inteligente de almacén, volviendo a “Lindinger” que viene a colación, no solo ha obviado la logística ascendente, sino que además ha destinado el amplio espacio destinado al patio de trasbordo al uso lúdico de sus clientes. Mientras reciben cuatro únicos camiones por hora, el espacio liberado del patio de trasbordo ha sido destinado en su nuevo espacio comercial para la construcción de un aeródromo para el aeromodelismo y el disfrute de sus clientes.

No obstante el psicólogo industrial Donald A. Norman parece molestarse con todos aquellos que consideran que, como nosotros, el diseño industrial se trata de estar a favor o en contra de unas estrategias u otras. “No cabe duda- dice- que las investigaciones recientes demuestran que los diseños atractivos y la accesibilidad tecnológica de objetos o infraestructuras tienden a ser mejor empleados y hace a sus usuarios más efectivos”. Por lo tanto se trata de combinar todos los elementos y diseñar aquello que hace de un espacio industrial un ámbito amable y objetivo a sus necesidades, no ejercitar una oposición sin más que nada tiene de asertivo. “Generalmente los mejores diseñadores de espacios industriales y de herramientas o tiendas sean los propios trabajadores, clientes o usuarios. El problema es que no se les pregunta a la hora de programar un centro de trabajo o de compras sobre su experiencia y su relación con el espacio laboral. Y ahí reside la clave del éxito y del diseño emocional”.