martes, 8 de junio de 2010

El difícil caso del "Tetra Brik".

Voces críticas cuestionan la viabilidad medioambiental del famoso formato continente.


Madrid, 2010. Clemente Álvarez.






En la cesta de la compra hay un artículo muy común que sigue generando una gran controversia sobre su impacto ambiental: el tetra brik (o tetra brick). Este sofisticado envase de 30 gramos de peso, compuesto de un 75% de cartón, un 20% de plástico y un 5% de aluminio, aglutina alrededor suyo tanto a críticos como a defensores. A pesar de su innegable utilidad para conservar alimentos líquidos perecederos sin refrigerar y sin conservantes, o de la especial eficiencia de su forma geométrica para ser transportado, a este envase se le sigue mirando mal a menudo en los pasillos del súper por sus dificultades para ser reciclado una vez que se vacía y se tira a la basura. Y es que este producto comercializado por la empresa “Tetra Pak” puede estar formado hasta por seis láminas distintas de materiales: dos iniciales de polietileno, una de aluminio, otra más de polietileno, la más gruesa de cartón y una última más de polietileno. Capas muy distintas difíciles de separar. Desde Tetra Pak Ibérica se incide en que este envase de cartón sí se recicla en España, para lo que basta que el ciudadano lo deposite en el contenedor amarillo. La compañía especifica además que son principalmente dos las plantas que se ocupan de ello: las de “Stora Enso” y “Alier”. Y, según datos de 2008 de la empresa que gestiona estos residuos, Ecoembes, se estaría reciclando ya el 45% de los tetra briks consumidos en el país, unas 61.470 toneladas.


¿Cómo se lleva a cabo el reciclaje de estos envases multicapa? “Nosotros reciclamos ahora unas 50.000 toneladas al año que vienen de España, de Portugal e incluso del sur de Francia”, explica Juan Vila, consejero delegado de la fábrica de cartón reciclado de “Stora Enso” en Castellbisbal, a unos veinte kilómetros de Barcelona, que da detalles concretos de cómo se realiza este proceso: “Separar el cartón con agua para reaprovecharlo es sencillo, en cuanto al resto, la mezcla de polietileno y aluminio, lo que se ha hecho hasta ahora es enviarlo a vertedero. Hemos invertido siete millones de euros en un proyecto para poder aprovechar en breve también el aluminio y el polietileno”, destaca el representante de esta fábrica barcelonesa. “Se hace por medio de pirólisis: se calienta los restos de estos dos materiales a cuatrocientos grados de temperatura para que el polietileno se parta y se transforme en diferentes gases que se utilizan para producir vapor en la fábrica, y de esta forma se consigue separar el aluminio”. Existen otras alternativas para directamente transformar la mezcla de los briks en un material mixto con el que fabricar palés, vallas, suelos, mobiliario… Sin embargo, aunque se consiguiese que no llegase nada al vertedero seguiría quedando un inconveniente: con los tetra brik que se reciclan no se puede producir otro tetra brik. Este envase lanzado en 1951 por Ruben Rausing, en Lund (Suecia), tiene unas particularidades que obligan a fabricarlo una y otra vez con materias primas nuevas. Esto es, principalmente, fibra virgen de pinos, abetos y abedules de bosques “en continuo crecimiento” de países escandinavos; pero también nuevo aluminio y polietileno.



Portfolio informativo acerca del formato continente de "Tetra Pak".


Con el vidrio sí se puede cerrar el círculo y producir una botella aprovechando la que se tira. En cuanto a los envases de plástico (polietileno de alta densidad o PET), aunque ya no existen impedimentos sanitarios como antes, por el momento tampoco se están fabricando con material reciclado, salvo alguna excepción. Pero si esta es la mala noticia, la buena es que el popular tetra brik puede resultar mejor que otros envases en lo que respecta a emisiones de CO2. Esto es lo que se desprende de un estudio encargado por la empresa “Tetra Pak” al Instituto de Energía e Investigación Ambiental (IFEU) de Heidelberg (Alemania) sobre la huella de carbono de distintos envases para leche y zumos del mercado español. En concreto, se analizaron las emisiones de CO2 en todo su ciclo de vida de varios modelos de tetra brik y distintos botellas de plásticos de polietileno de alta densidad (HDPE) y de tereftalato de polietileno (PET); no se tuvo en cuenta ninguna alternativa en vidrio. La conclusión fue que los distintos formatos de tetra brik siempre salían ganando en España frente a los de plástico (dado que el componente principal de estos envases es la fibra de madera frente a los derivados del petróleo de los otros). Es más, el estudio calculó que un tetra brik de los de un litro de leche vendido en España supone la emisión de unos ciento once de gramos de CO2, una cantidad menor que cualquiera de los formatos de plástico, incluso aquellos más eficientes de 1,5 litros. Es decir, que, aunque por lo general un formato más grande y con más contenido suele resultar más ecológico, según este estudio de "Tetra Pak", hoy en día en España tres tetra briks de un litro de leche generan menos emisiones que dos botellas de polietileno de 1,5 litro.



El conejo Bob ha estado informando a través de campañas
publicitarias los beneficios ambientales del formato.


Estos resultados coinciden con otras estimaciones que llegan a concluir incluso que un tetra brik supone también menos CO2 que una botella de vidrio. De hecho, otra comparativa de análisis de ciclo de vida realizada esta vez en Francia por Bio Intelligence Service también para "Tetra Pak" aseguraba que un tetra brik de un litro de zumo significa la emisión en este país de 87 gramos de CO2, frente a los 129 gramos de CO2 de un envase de litro de PET y los 345 gramos de CO2 de una botella de vidrio. Estas cifras concretas no son extrapolables a otros países. Sin embargo, muestran como en ocasiones el que mejor se recicla no es también el que menos CO2 emite. En el caso de los envases de vidrio, sus altas emisiones se deben a las altas temperaturas requeridas en los hornos para producir cada botella, pero también al mucho mayor gasto de energía en el transporte. Y es que no es lo mismo transportar los livianos treinta gramos de un tetra brik que los trescientos veintidos gramos que pesa de media una botella de vidrio en España (aunque sea reutilizada).



La versatilidad del formato tetra brik ha permitido
incluso la evolución y diseño del packaging blando.



1 comentario:

  1. Hola, estoy llevando a cabo un informe que me han solicitado en la facultad a la cual asisto. En la misma se me otorgo la posibilidad de trabajar con los tetra brick, gracias a la información que pude conseguir por Internet he desarrollado gran parte del informe, pero he llegado a un punto en el cual debe pedirles su colaboración. Quisiera saber si ud me facilitan ciertos datos, si no es mucha la molestia. Mi correo es maca_1820@hotmail.com les agradecería si me escriben a la brevedad.

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