Madrid, junio de 2010. Víctor G. Pulido.
Hasta el día de hoy en el Mundial de Sudáfrica, el espectáculo y el protagonismo, con expreso permiso del Jabulani y alguna que otra incursión de Messi, lo han protagonizado las gradas. O lo que es lo mismo, el ensordecedor murmullo de los elefantes de las coloridas vuvuzelas. La FIFA se ha visto presionada desde la "Copa Confederaciones", antesala y simulacro del Mundial vigente, entre la idoneidad de prohibirlas ante el clamor occidental y la sensibilidad manifiesta hacia la excepcionalidad cultural que supone respetarlas. O lo que es lo mismo, entre la espada y la pared. En definitiva, que los meses transcurrieron, unos por otros la casa por barrer y la asunción de hechos consumados ante el “silencio administrativo” las ha arraigado en la grada. Sólo estará limitado su uso durante el transcurso de la emisión de los diferentes himnos nacionales previos al partido, como muestra de respeto a las naciones participantes. Esto podrá gustar más o menos, según barrios y entendederas de lo que debe ser la puesta en escena del "deporte rey", puristas o cartesianistas de la cosa. Pero en la cadena de tiendas de proximidad Sainsbury’s están encantados con estos instrumentos de viento que, a sapiencia de los africanos, simulan el cántico de los elefantes.
Sainsbury's es una de las más populares enseñas
de supermercados en las islas británicas.
Cuando la enseña de supermercados británica Sainsbury’s comunicó oficialmente a sus accionistas y autoridades que su nueva estrategia de comercialización pasaba por contemplar acuerdos de importación de productos procedentes de la República de Sudáfrica como política de reducción de costes de proveedores (en España ya lo lleva a cabo desde años “Makro” con el país organizador del Mundial), pocos imaginaron que irían más allá de los productos hortofrutícolas. Pero entre la cartera de productos importados y para la sección de bazar, a la cadena londinense le ofrecieron las famosas vuvuzelas a modo de operación sorpresiva de venta cruzada mayorista. Es lo que tiene habitualmente la dinámica internacional del mercado subsahariano: vas a por peras y te traes flautas. En Sainsbury’s lo tuvieron que sopesar mucho porque como bien sabemos todos, el mercado bazar no es una ciencia exacta: cuando crees que un producto no va a funcionar, va y te sorprende. Y viceversa. Pero en la City al final accedieron. “Fabrican muchas y esto les permite tener escalas importantes y costes bajos”- argumenta Thomas Knorpp Sapa, Director de Comunicación de Sainsbury’s. “Pensamos que podrían funcionar en nuestro segmento de mercado por formar parte de la particularidad de esta Copa del Mundo ya que es un instrumento tradicional para Sudáfrica. Hemos vendido más de cuarenta mil unidades desde que salió a lineal el diecinueve de mayo en nuestras tiendas, con un PVP de dos libras”. Nada mal el número: los sudafricanos compraron la mitad, veinte mil, a vendedores ambulantes el día en que el país africano fue proclamado oficialmente organizador del evento para 2010 por Platini. Y es que por cerca de dos euros y medio, el precio del contenido de una caña de cerveza española estándar en Londres, es difícil resistirse; sin duda, un precio reclamo que viene englobado en una estrategia promocional mayor que incluyen recetas y preparados de los platos favoritos de los países de los competidores y comida internacional (tortillas de patatas envasadas, nachos y jalapeños, sushi, calzone, empanadillas argentinas, pannenkoek, feijadas,...). Para Justin King, Director Comercial, las trompetas de plástico“han sido una de las sorpresas trimestrales contables en nuestra gama de productos y una apuesta por el consumidor orientado al campeonato que no ha llevado a cabo la competencia”. Knorpp, no obstante, reconoce que no le dedica mucho tiempo al producto de temporada estrella de su empresa: “Tengo algunas en las oficinas de la sala de prensa, pero no hemos podido disfrutar de ellas”.
Diferentes tipos de vuvuzelas adornas con colores y motivos diversos.
Y es que realmente no son muy populares, a pesar de lo sorprendente de las ventas en UK. Las bubuzelas,para quien aún no esté al día, son una especie de trompeta alargada y fina en su cuerpo que los aficionados africanos utilizan para animar a sus equipos de fútbol o rugby. Suelen estar hechas de plástico, aunque son comunes las de madera tallada o fabricadas en metal; independientemente de su material, pueden estar recubiertas de ropajes con colores o símbolos autóctonos o triviales. El sonido que produce es similar al barritar de un elefante macho. Según la wikipedia, aunque el origen de la palabra vuvuzela es desconocido, podría derivar de la palabra "vuvu", que en dialecto zulú significa ‘hacer ruido’, o de un término sudafricano más coloquial, baño de sonido. Originalmente se fabricaban con estaño y ya en 1978, para el Mundial de Argentina, se popularizó esta corneta en material plástico que resultó más barato y accesible para el público. Desde primeros de siglo, una empresa conocida como “Masincedane Sport” la empezó a fabricar y comercializar en Sudáfrica.
Bandera y vuvulezas, símbolos nacionales de la Rainbow Nation.
Por otra parte, Sainsbury's fue fundada en 1869 por John James Sainsbury y su esposa Mary Ann. En su origen fue un pequeño ultramarinos que fue ampliando número de tiendas durante la época victoriana. Llegó a convertirse en el mayor supermercado minorista en 1922 en Europa y fue pionera en la modalidad autoservicio a mediados de los cincuenta en Gran Bretaña. Sainsbury´s es la tercera enseña en supermercados por volumen de facturación en el Reino Unido con una cuota en el sector de la distribución minorista del 16,3 % para 2009. El grupo dispone de su propia financiera que respalda tanto las operaciones de crédito de sus clientes como los planes de expansión de la matriz. Actualmente se la considera la empresa de distribución de venta minorista mundial más implicada con las externalidades negativas que provocan sus actividades comerciales en relación al ecosistema. En consecuencia, ha recibido un conjunto de premios y reconocimientos en relación a su política corporativa de responsabilidad medioambiental, constituyéndose en modelo para el resto del sector en el mundo. Sudáfrica es el tercer mayor proveedor de frutas de Sainsbury’s a día de hoy y espera ampliar la colaboración comercial con este país hasta una facturación global de doscientos cincuenta millones de libras desde la finalización del Mundial en un periodo de inversión estimado de cinco años. En este sentido, el presidente de la república sudafricana, Jacob Zuma, llevó a cabo una visita institucional a una de sus tiendas en Greenwich durante el transcurso de su visita de Estado al Reino Unido el pasado invierno. La enseña británica está pensando en implantarse a medio plazo en la república de Mandela a raíz de las buenas relaciones comerciales e institucionales establecidas entre ambos a raíz del evento deportivo.
Plano zonal y planta estándar de
un supermercado de la enseña Sainsbury´s.
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