Los centros comerciales deben orientarse a equipamientos complementarios de ocio que constituyan polos de atracción e interaccionen con estrategias comerciales.
Reproducimos, por su interés y actualidad, el artículo publicado en la red en enero del pasado año por "universia.net".
Futuro Centro Comercial "Atlantys", en el distrito norte de
Valdebebas, Madrid. Dispondrá de parque acuático submarinista.
Los investigadores examinaron la relación entre la cantidad de tiempo pasada en el centro comercial y la satisfacción de los clientes, y descubrieron que aquellos que pasan más de dos horas son los más leales, son los que más tiendas visitan, suelen tener una experiencia mucho más positiva que el resto y, además, gastan más dinero. Asimismo, permanecer durante mucho tiempo en el centro comercial implica mayores oportunidades para tener algún problema, como por ejemplo quejarse del exceso de gente o de los adolescentes. Los nuevos visitantes suponen una gran oportunidad para los centros comerciales. El "V Informe Anual sobre Insatisfacción de los Consumidores" realizado por la iniciativa de la Universidad de Wharton en colaboración con "The Verde Group" muestra que deben recorrer una distancia mayor para ir de compras, entran en más tiendas y gastan más por término medio que otros clientes. Los problemas que experimentan están relacionados con encontrar el modo de llegar al centro comercial y trasladarse dentro del mismo, problema sobre el que con toda probabilidad se quejarán ante otras personas. Los clientes habituales suelen vivir más cerca y en relación con el resto de visitantes suelen estar más satisfechos con el centro comercial. El informe, donde las mujeres tienen mayor peso que los hombres (dos mujeres por hombre), refleja la existencia de diferencias de género entre los clientes. Los hombres manifiestan tener más problemas que las mujeres, más problemas para aparcar, para encontrar el modo de moverse por el centro comercial y parecen estar más molestos por la uniformidad de los centros comerciales. Efectivamente los hombres parecen tener más problemas que las mujeres, pero la probabilidad de contárselo a otras personas es mucho mayor entre las mujeres. Las mujeres trabajadoras presentan mayores niveles de insatisfacción que el resto de mujeres, y su principal queja es la escasa selección de restaurantes y la falta de tiendas interesantes y acontecimientos especiales.
El mayor centro comercial de Canadá cuenta con uno de
los más completos parques acuáticos cubiertos del mundo.
Según Paula Courtney, los resultados de este informe deberían ofrecer a los propietarios de los centros comerciales algunas soluciones simples y evidentes para las quejas de los clientes. “El mensaje para los propietarios es que hay esperanza”, explica. “Muchos de estos problemas tienen solución. Existen muchos modos de conseguir atraer a los consumidores hacia los centros comerciales”. El primer paso sería evaluar las áreas comunes de estos centros. Los propietarios pueden utilizar los espacios bajo su control para desarrollar programas que contrarresten la uniformidad de las tiendas y productos que tanto molesta a sus visitantes. Por ejemplo, los resultados del informe muestran que los clientes están decepcionados con el escaso grado de compromiso de los centros comerciales con los temas medioambientales. Por tanto, los centros comerciales deberían poner en marcha más eventos públicos teniendo en cuenta sus características demográficas particulares. Deberían comprender que los consumidores que acuden a comprar tienen expectativas muy diversas y los factores que contribuyen a incrementar los niveles de lealtad también lo son. Mejorar las señales e indicaciones es una cosa fácil y barata que responde a una queja habitual según el informe de Wharton. “Los consumidores no tienen dinero, y posiblemente los dueños de los centros comerciales tampoco”, dice Courtney. “Así que en lugar de intentar realizar importantes cambios radicales deberían centrarse en las pequeñas cosas, como por ejemplo la señalización. Crear en las áreas comunes oportunidades para descubrir nuevas cosas y pensar en el centro comercial como el destino final animará a los clientes a permanecer durante más tiempo en el mismo”. Un empleo innovador de las áreas comunes mencionado por Courtney es la asociación entre los propietarios del centro comercial y Coca-Cola, conocida como el "Red Lounge" ("Salón Rojo"). Se trata de una sección dentro del centro comercial con asientos rojos donde se venden productos Coca-Cola y los adolescentes pueden holgazanear a sus anchas. El Salón Rojo genera ventas y publicidad para la marca, y además concentra a los adolescentes en una zona determinada, reduciendo de este modo toda oportunidad para molestar al resto de clientes del centro comercial. Las investigaciones de "The Verde Group" en Atlanta contemplan algunas otras ideas. Los clientes sugerían que, en coordinación con el mapa del centro comercial, las tiendas mostrasen un número en la puerta. También solicitaban una mejor iluminación, más árboles en el aparcamiento y más restaurantes formales en los que poder sentarse tranquilamente en lugar de restaurantes “de paso”. El servicio de aparcacoches o valet, debería ser gratuito en caso de hacer alguna compra; asimismo los coches deberían aparcarlos en los extremos del aparcamiento para dejar libres para otros clientes los espacios más cercanos al centro comercial. Asimismo sugerían que los centros comerciales deberían diseñar una programación más educativa, más preocupada con el medioambiente y con más entretenimiento.
Actividades lúdicas y ambientales en un centro comercial norteamericano
a mediados de los 60´s (gentileza de "Malls of América Blog").
Pero tal y como señala Stephen Hoch, dada la cuantía de las inversiones en centros comerciales y en las cadenas de establecimientos que hay dentro de los mismos, será complicado reestructurar toda la infraestructura para proporcionar una mayor sensación de “descubrimiento” para los consumidores. Otro obstáculo importante: parte del espacio que quede libre probablemente se deba al cierre de grandes almacenes con varias entradas, espacios que no son fácilmente transformables para nuevos usos. A pesar de la insatisfacción de los consumidores con la homogeneidad de los centros comerciales, Hoch sugiere que es poco probable que las tiendas independientes de carácter local que poseen un nicho en su mercado encuentren sitio en ellos. “La gente se queja de que las tiendas y los productos son los mismos, pero no creo que los clientes de los centros comerciales sean un grupo que se caracterice por su creatividad. Les gusta la certidumbre”, explica añadiendo que las pequeñas tiendas con carácter propio suelen estar muy especializadas y no saldrían beneficiadas, ya que pagarían los elevados alquileres propios de los centros comerciales para simplemente captar algunas ventas de gente que “pasaba por allí”. “Los centros comerciales necesitan pensar qué hacer porque cada vez habrá más espacio disponible a medida que las cadenas comerciales vayan cerrando sus establecimientos menos rentables”, dice Hoch. “Va a haber muchos espacios vacíos en los centros comerciales. Es un enorme motivo de preocupación, ya que si algunos negocios desaparecen podrían acabar pareciendo barrios abandonados”.
El "Palisades Center" en el West Nayack de New York, incluye
entre su oferta de servicios un pequeño parque de atracciones.
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